Según datos del Ministerio de Asuntos Internos de la República de Serbia, desde principios de año se han registrado más de 37.000 demandantes de asilo y casi 61.000 personas migrantes y refugiadas han cruzado o intentado cruzar la frontera norte para llegar a Hungría. Cifras que podrían duplicarse en los próximos meses.
La intervención se realizará durante los próximos dos meses en ambas localidades cercanas a la frontera con Hungría, principal foco de entrada de las personas migrantes y refugiadas al país, donde se registran los principales asentamientos temporales de refugiados.
Redes ilegales, explotación sin límites
El recrudecimiento de las medidas coercitivas adoptadas por el gobierno húngaro en la frontera con Serbia supone la proliferación de asentamientos temporales (2-3 días) en las poblaciones cercanas.
Los compañeros de IDC-Serbia en sus visitas a terreno han constatado cómo un gran número de personas migrantes y refugiadas que llegan a la localidad, incluyendo menores y adolescentes, contactan con estas redes que ponen en riesgo incluso sus vidas para alcanzar el destino previsto. Además, se observa una laxitud y tolerancia generalizada entre los cuerpos de seguridad respecto a la proliferación de estas redes de tráfico de personas.
IDC-Serbia alerta además de la falta de apoyo institucional en el norte de Serbia, donde solamente las municipalidades ofrecen apoyo a las personas migrantes mientras que las autoridades centrales y UNCHR focalizan sus recursos en el Sur, en la frontera con Macedonia, a través de la puesta en funcionamiento de centros de acogida temporal, provisión de asistencia sanitaria básica y registro y tramitación de peticiones de asilo.
La peor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial
Europa está viviendo actualmente la peor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial y la situación cada día es más crítica. En los primeros seis meses de este año más de 400.000 personas han solicitado asilo en los países europeos y se calcula que cada día 3.000 personas intentan cruzar las fronteras de Europa. De las personas que llegan al continente europeo, más del 40% proceden de Siria, Afganistán, Irak y Eritrea. Según los datos de la UNCHR, en los primeros 6 meses de este año, hasta 137.000 personas cruzaron el Mediterráneo huyendo de las guerras, conflictos, persecuciones y otras crisis.
Las Organizaciones Humanitarias, como Cruz Roja-Serbia, UNCHR, IDC Serbia o Farmamundi, brindan apoyo en la zona en respuesta al llamamiento de las autoridades locales y nacionales.