Tamar Troncoso es la titular de la Farmacia Rego Lodos en Lugo, especializada en dermocosmética. “Disfruto cada día de mi trabajo y de mi equipo, sin el cual no podría hacer mi sueño realidad. Una farmacia orientada a la prevención de la salud desde el lado más humano y cercano”, afirma.
Usted procede de una familia de tradición farmacéutica, ¿cómo le ha influido?
Lo cierto es que mucho. Todos los recuerdos de mi vida van unidos a una rebotica, primero la de mi abuelo donde el olor a laboratorio era maravilloso y después la de mis padres. En mi casa se estudiaba Farmacia por real decreto, no había mucha más opción,
Estudié la carrera por obligación y me quedé por vocación.
Se declara “enamorada de mi profesión”. ¿Qué es lo que más le gusta de ser farmacéutica?
Lo que más me gusta sin duda alguna es el trabajo desde el mostrador. Creo que no existe ningún lugar en el mundo en el que me sienta tan segura y cómoda. Cuando haces bien tu trabajo de recomendación y acompañamiento es lo más gratificante. Ves que el tiempo dedicado a estudiar tiene su razón de ser, acabas de mejorar la calidad de vida de una persona y el mini héroe que todos llevamos dentro se hace muy grande.
Yo el mundo farmacia lo veo un trabajo 50 % egoísta, 50 % generoso. Egoísta porque hacer bien tu trabajo de recomendación te hace sentir muy bien y generoso porque estudiar para mejorar mejora también la calidad de vida de las personas que cruzan el umbral de tu farmacia.
Dada su experiencia en la farmacia rural, ¿cuáles cree que son sus características diferenciales?
Creo que son totalmente distintas, la farmacia rural es mucho más dura. Al menos esa es mi experiencia personal. También hemos de decir que yo no lo hice nada bien.
En la zona en la que yo trabajaba no había núcleo urbano, eso hacía que toda la población estuviese muy diseminada. La población era muy envejecida y menguaba a pasos agigantados. Pelear para llegar a final de mes era duro. Da igual lo bien formada que estés que tú no puedes hacer tu trabajo de recomendación farmacéutica si de 17h-20h no entra nadie por la puerta.
El hecho de que en Galicia haya muchas poblaciones pequeñas aisladas ¿hace que el farmacéutico tenga un rol asistencial aún más necesario?
Desde luego que sí. En las zonas rurales a veces es una locura. Recuerdo varias veces estar de guardia, el médico salir a una urgencia (la zona era muy grande y podía llegar a estar fuera dos horas), quedar el centro médico sin personal sanitario y presentarse gente para que le ayudaras con todo tipo de consultas. A veces estaba en tus manos como profesional y otras te tocaba calmar al paciente hasta que llegase el médico.
¿Cómo definiría una “farmacia de servicios”?
Yo considero que una farmacia de servicios es una farmacia que centra su trabajo en el paciente y la atención farmacéutica.
Muchas veces ponemos el centro de nuestro trabajo en el producto y creo que el producto tiene que ser una consecuencia de hacer lo que mejor sabemos hacer los farmacéuticos, la atención farmacéutica.
Es cierto que un servicio no siempre acaba en una venta, porque a veces la persona simplemente necesita un consejo en el cambio de estilo de vida, pero considero que las farmacias deberían estar orientadas a distintos servicios de prevención de la salud, ya que en esto nosotros somos los mejores profesionales y es lo que hace fidelizar a nuestros clientes.
El producto es el mismo en todos los puntos de venta, fuera y dentro del canal. Pero el consejo farmacéutico es lo que nos diferencia.
¿Qué servicios específicos ofrecen desde su farmacia?
A día de hoy en realidad desarrollamos un único servicio de Atención Farmacéutica. Hacemos los típicos servicios que hacen casi todas las farmacias (colesterol, azúcar, tensión), pero también desarrollamos servicios de atención farmacéutica donde ayudamos al cuidado de la piel y cabello, gestión del sueño, sistema digestivo, salud íntima y menopausia… Pero lo cierto es que, aunque la persona entre en nuestro servicio de atención farmacéutica por una preocupación concreta, una vez está dentro del servicio intentamos que sea un servicio integrativo de valorar su estado de salud. Porque a veces el síntoma es uno, pero la causa es otra.
Este año hemos hecho una reforma en la farmacia para orientarnos 100 % en la atención farmacéutica. Mi objetivo es empezar a desarrollar otro tipo de servicios como la monitorización ambulatoria, seguimiento farmacoterapéutico o deshabituación tabáquica. Este año he descubierto farmacias súper top que hacen un trabajo en atención farmacéutica brutal y yo quiero eso para mi farmacia.
Ha realizado numerosos cursos y másters. ¿Por qué cree que es esencial la formación para el farmacéutico? ¿Es imprescindible una actualización constante?
Me hace gracia siempre esta pregunta. Yo siempre contesto “¿a un pintor le preguntarías si son necesarias las pinturas para desarrollar su trabajo?”. El conocimiento es nuestra herramienta de trabajo, no podríamos dar un consejo adecuado si no nos formamos.
Y respecto a si es necesario actualizarse, lo veo imprescindible. Cuando yo salí de la carrera no se sabía ni qué era un probiótico y a día de hoy tenemos probióticos específicos para cada zona de nuestro cuerpo. Y esto solo acaba de empezar.
Entre su formación, destaca la especialización en dermatología y dermocosmética. ¿Cree que aún hay mucho camino que recorrer desde la oficina de farmacia en ese ámbito?
Cuando empecé con este servicio, las personas venían cuando tenían muy mal la piel, éramos como su salvavidas después de haber probado todo lo que encontraba en la estantería de otros establecimientos. Solo llegaban pieles con problemas.
Pero a día de hoy la gente viene para acompañar sus prescripciones médicas o simplemente para mejorar su piel, es decir, trabajo de prevención. Y aquí tenemos un camino enorme por recorrer.
Cada día somos más conscientes que el cuidado de la piel no es belleza, es salud y por eso la demanda cada vez es mayor.
¿Está la persona que acude a la farmacia informada sobre el cuidado de su piel o, por el contrario, confusa?
Tenemos todo tipo de clientes. Hay personas que vienen muy formadas, que asusta su nivel. Saben todo sobre principios activos, porcentajes, interacciones y rutinas a nivel “pro”. Y después tenemos gente que no sabe ni por dónde debe empezar, pero tiene claro que quiere cuidarse.
Estas personas están agobiadas con tanta sobreinformación. Lo que quieren es un mapa de ruta para entender las necesidades de su piel y no equivocarse comprando un producto inadecuado.
¿Cuáles son las principales consultas que le realizan en su farmacia?
Hasta hace un año diría que el cuidado de la piel. Pero, cada vez más, a las personas les preocupa el tema de prevención de la salud. Creo que ahora se llama Wellness o Proaging. Quieren saber cómo envejecer mejor.
Y es que lo cierto es que un servicio de piel nunca va a ser efectivo si no miramos como están las cosas por dentro: sueño, estrés, alimentación, digestión. ¡Es tan divertido nuestro trabajo! Lo adoro.
¿Qué importancia concede a las redes sociales?
Yo siempre explico que antes trabajaba en una farmacia rural en la que las cosas no fueron bien. Cuando tuve mi propia farmacia, decidí que, para que no pasara lo mismo, tenía que hacer cosas diferentes.
Intenté hacer divulgación desde el mostrador, pero no te regalan los minutos tan fácilmente. Entonces conocí Facebook (¡qué vieja soy!) y el trabajo de algunas compañeras como La Botica de Teté o Sui Travel, que era increíble. ¿Y si hacía yo lo mismo?
Me formé en Redes Sociales y cree mis primeros post. A los pocos meses vino una clienta preguntando por algo que había explicado. No podía creer que hubiera traspasado la pantalla.
A partir de ahí creamos lo que yo llamo un mostrador digital. A mi me gusta que la gente haga las cosas porque las entiende y comprende, que es lo mejor para su salud y no porque yo se lo diga.
En el diseño de la web de Farmacia Rego Lodos destacan las ilustraciones, que le confieren una personalidad diferenciada y un gran atractivo visual. ¿Desde cuándo está activa?
La web está activa desde 2015; recuerdo el día que le dije a mi contable que quería hacer una web distinta orientada a la recomendación. Me dijo que estaba loca, que había muchas webs y que era muy difícil posicionarse. La imagen de la web es muy yo, adoro trabajar con la empresa que me lleva la web porque conocen mi frikismo y ya saben darle ese toque tan RegoLodos.
Muchos farmacéuticos y farmacéuticas se han lanzado a crear sus propios productos. ¿Es una opción también para usted?
No está entre mis proyectos. Yo no sé tanto de formulación y creo que sacar un buen producto, distinto y efectivo es todo un arte.
Combinaciones perfectas, texturas que enamoran, efectividad y todo rodeado de un marketing y un nombre que tenga tirón. ¡Una locura!
Adoro trabajar las marcas de mis compañeros porque creo que es un trabajo muy duro formular tu propia marca, los recursos económicos no son los mismos que los de una multinacional y entre nosotros tenemos que apoyarnos en estos pequeños proyectos que requieren mucho esfuerzo y dinero.
¿Cuáles son sus proyectos futuros?
Desarrollar una farmacia de servicios en atención farmacéutica para promover la prevención de la salud. Creo que los farmacéuticos somos los profesionales de la prevención. Los médicos estudian muchos años sobre patología, pero les cuesta un poco más cuando hablamos de prevención.
Es mi sueño, y mi nueva farmacia está orientada 100 % a este proyecto. He renunciado a metros de exposición de producto para tener unas zonas ZAP adecuadas para desarrollar el servicio de atención farmacéutica. Quizás soy una ilusa y no funciona, pero que no sea por no intentarlo.
