Artículo realizado por Luis de la Fuente, CEO del Grupo Mediformplus.
Te voy a contar algo que te suena…
La farmacia de hoy no tiene nada que ver a la de hace 25 años.
La última década ha sido unos años en los que los cambios han cogido una velocidad vertiginosa. Son momentos en los que vemos la importancia de planificar, de coger el timón de tu farmacia para mantener el control y no zozobrar, a pesar de lo que ocurra alrededor.
La farmacia en la que yo empecé, en la que nos centrábamos en gestionar el producto de forma eficiente, en la que la gestión del equipo era mucho más simple, la comunicación solo se desarrollaba en el mostrador y las campañas de marketing eran algo optativo y solo para aquellas farmacias más inquietas; esa parece que desapareció hace mucho tiempo y de golpe.
Ahora tenemos un marco mucho más cambiante, ambicioso y retador. Se podría decir que la farmacia de ahora no está hecha para acomodarse, sino para adaptarse a otra realidad, marcada por:
- Un cliente omnicanal, tecnológico, digital, mucho más exigente, preocupado por el medioambiente, que busca una experiencia personalizada y compras de calidad.
- Herramientas tecnológicas aplicadas, que debemos aprovechar para, de forma digital, ofrecer una experiencia de compra, consejo y asesoramiento. Que nos sumen siempre.
- Especialización de la farmacia física con una selección del surtido en base a las necesidades terapéuticas de los clientes, la profesionalización del equipo con planes de formación, la oferta de unos servicios de valor y una experiencia de compra personalizada en base a un consejo desde el mostrador.
Y, claro, saber cómo comportarnos no siempre es fácil… pero para mí hay unas claves imprescindibles:
- Volver a nuestra esencia, con nuestro cliente en el centro de todo y una base de profesionalidad y asesoramiento sanitario.
- Sanitarios y empresarios. Son dos roles igual de reales en el día a día de los titulares de farmacia, por lo tanto, es importante aprender a trabajar desde ambos.
- Primero, un plan estratégico. La falta de objetivos deja a la farmacia a la deriva en base a la coyuntura económica y social. Tener una hoja de ruta que se base en un estudio completo de la farmacia, de su entorno, su competencia y de toda la actividad interna que se hace, será la guía del proceso de mejora del negocio en todo momento.
- Especialización. Ya no vale un “aquí tenemos de todo”, eso ya suena a Amazon. En este momento es importante tener muy claro qué somos y cómo nos presentamos, es la única forma de desarrollar este elemento diferenciador y único de tu farmacia en el cual estará posicionada como marca de salud.
- Servicios de valor. Ser un establecimiento sanitario es, de por sí, una clara ventaja competitiva de la farmacia, y es importante potenciarla como un espacio de salud en primera línea de prevención, desarrollando servicios que aporten un valor añadido, orientación al cliente, atención farmacéutica, SPDs, consejo dermofarmacéutico o análisis y seguimiento de parámetros sanguíneos.
- Cuidar de nuestro equipo y trabajar los RRHH de nuestra farmacia a través del liderazgo, con todos los retos que esto supone en el mercado laboral actual. Es importante invertir en procesos de selección, apostar por planes formativos que aseguren la capacitación de nuestros trabajadores y contar con planes motivacionales adecuados a nuestro negocio.
- El dinamismo y el marketing son ya IMPRESCINDIBLES, hace solo una década era algo optativo en las farmacias, ahora no. Ahora es una partida de gasto absolutamente necesaria y también es imprescindible saber invertirla correctamente para que no sea un agujero negro sin beneficios.
- La unión hace la fuerza. Esto siempre es una realidad, y el sector farmacéutico no es una excepción. Además, nuestro sector cada vez es más amplio y cuenta con un mayor número de actores. Por eso, el networking cada vez tiene más importancia y es algo que debemos tener en cuenta; así como contar con partners estratégicos con los que trabajar mano a mano y siempre para el win to win.
- Digitalización a nuestro favor. La IA y las nuevas herramientas digitales no deben asustarnos, todo lo contrario, vamos a hacer uso de las mismas y aprovecharlas, con cuadros de mando más desarrollados, aplicaciones para mejorar la experiencia de compra, medios para mejorar nuestro conocimiento, etc.
- Que el futuro es más complejo que antes no cabe duda, pero eso no significa que sea peor, quizá incluso nos da más oportunidades. Simplemente necesitamos de más ayuda para llegar lejos, por eso, no dudes en apoyarte en profesionales para hacer crecer tu negocio y apoyarte en tu gestión.
Os animo a coger las riendas de vuestra farmacia, siendo dueños de su evolución para que los cambios nos impulsen y no nos arrastren.