Entrevista a Patricia Sarasua, Directora de La Roche-Posay.Patricia Sarasua es directora de La Roche-Posay, una marca destinada al cuidado de las pieles más sensibles, dentro de las cuales se halla la del paciente oncológico.
¿Cómo empieza el compromiso de La Roche-Posay contra el cáncer?
La misión histórica de La Roche-Posay es acompañar a todas las personas con pieles sensibles o fragilizadas, con el fi n de mejorar su calidad de vida.
El Centro Termal de La RochePosay, situado en Francia, se dedica desde hace más de cien años al tratamiento de las pieles sensibles. Entre los tratamientos que se realizan, que son fi nanciados por la Seguridad Social francesa, fi guran la dermatitis atópica, la psoriasis,
los eczemas y desde el año 2008, el tratamiento post-cáncer. En nuestro centro termal, el tratamiento del paciente se realiza de manera integral, ocupándonos no solo de la reparación de la piel sino también de aspectos psicológicos y funcionales. El agua termal de La Roche-Posay, origen de esta estación, es también el corazón de todos los productos dermocosméticos de la marca.
¿Y en España?
En España desde el año 2013, en La Roche-Posay hemos querido profundizar y entender mejor los efectos cutáneos de los tratamientos oncológicos trabajando de la mano de un grupo de expertos formado por dermatólogos y oncólogos especializados en las terapias oncológicas y en los problemas dermatológicos asociados. Con este grupo de trabajo hemos analizado e identifi cando las necesidades cosméticas de los pacientes, para proponer recomendaciones y cuidados cosméticos perfectamente adaptados a las necesidades de la piel durante el tratamiento oncológico y que se recoge en un algoritmo de cuidados para pacientes que trabajamos con los profesionales de salud.
¿En qué proyectos se han embarcado hasta hoy?
En La Roche-Posay tenemos un claro compromiso con el paciente oncológico y hemos fundamentado este apoyo en 3 pilares clave: investigación, ayuda al paciente y formación a personal sanitario. En cada uno de estos tres pilares, estamos desarrollado diferentes proyectos e iniciativas:
• Investigación: además de las iniciativas que la marca realiza a nivel internacional en España hemos fi rmado este año un acuerdo con el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), por el que colaboramos con su iniciativa Amigos del CNIO destinada a la financiación de proyectos de investigación contra el cáncer y que afianza nuestro compromiso con la investigación en oncología.
• Formación a personal sanitario: hemos puesto a disposición de farmacéuticos y enfermeras un Curso acreditado sobre el manejo de los efectos adversos cutáneos en el paciente oncológico. Se trata de un curso sobre el manejo multidisciplinar desarrollado por diferentes profesionales involucrados en el cuidado del paciente oncológico; el temario del curso ha sido desarrollado por oncólogos, enfermeras de oncología, psicooncólogos y farmacéuticos, con el objetivo de dotar al profesional de la ofi cina de farmacia y a los enfermeros de un conocimiento multidisciplinar para abordar el cuidado de la piel del paciente oncológico desde su aspecto físico hasta el impacto emocional de estos efectos adversos. El curso online estaba avalado en su primera edición con 6 créditos formativos, y este año, en su segunda edición, complementa el temario con un módulo específi co sobre efectos adversos en radioterapia. Desde 2017, La Roche-Posay ha hecho en más de 20 Colegios Ofi ciales de Farmacéuticos de toda España jornadas de formación de “Actuación Dermofarmacéutica en Pacientes Oncológicos”, formando en el conocimiento de los efectos secundarios de las terapias oncológicas, así como en su manejo dermocosmético y en cuál es el papel del farmacéutico y su equipo con los pacientes oncológicos y como cuidar su piel y mejorar su calidad de vida.
En esta apuesta a la formación, es importante la coordinación y colaboración multidisciplinar de los profesionales sanitarios que están al cuidado de estos pacientes. Por ello, el crear e impulsar foros para todos estos profesionales, es una prioridad para La Roche Posay. Un ejemplo de estos encuentros fue el que se llevó a cabo en el Hospital Clinic de Barcelona, donde participaron profesionales sanitarios como oncólogos, dermatólogos, enfermeras, farmacéuticos, psicooncologos, médicos de atención primaria, etc. y por supuesto pacientes que fueron el centro de toda la Jornada.
• Ayuda al paciente: contamos con más de 30 Unidades del Cuidado de la Piel en hospitales y clínicas repartidas por toda España. Se trata de espacios de atención especializada sobre el cuidado de la piel, antes, durante y después del tratamiento oncológico, impartidos por profesionales de la salud y con la ayuda de voluntarios donde los pacientes son asesorados. Además, realizamos Talleres de cuidado de la piel en colaboración con más de 150 hospitales tanto públicos como privados en el tratamiento de los diferentes tipos de Cáncer. Y por supuesto, llevamos a cabo Acciones de notoriedad y sensibilización en redes sociales con el objetivo de dar a conocer la realidad de los pacientes y la importancia de la movilización de todos los profesionales de salud.
¿En qué proyectos del CNIO colaborarán dentro de la iniciativa Amigos del CNIO en la que participan?
La Roche-Posay apoya la investigación contra el cáncer y colabora en la fi nanciación de proyectos dirigidos por el CNIO en 2019. A través de este tipo de colaboraciones el CNIO ha abierto nuevas líneas de investigación en cáncer infantil, cáncer de páncreas o nanotecnología aplicada a los tumores, entre otras. Este proyecto se enmarca dentro del compromiso de sostenibilidad del Grupo L’Oréal de cara a 2020, Sharing Beauty With All. Estamos muy contentos de llevar aún más lejos nuestro compromiso para el cuidado del paciente oncológico a través del apoyo a un centro tan prestigioso como el CNIO, cuyas investigaciones son fundamentales para encontrar nuevas vías de curación.
¿Cree que, en términos generales, la sociedad es consciente de los efectos adversos que tiene el tratamiento contra el cáncer sobre la piel?
Desde mi punto de vista, la sociedad sí que es consciente de los efectos adversos que tiene el tratamiento contra el cáncer sobre la piel, pero en la mayoría de los casos no sabe cómo tratar y cuidar su piel, tiene falta de información y no sabe a quién acudir para ser ayudado. Por lo que se valora mucho la ayuda de personal sanitario o voluntarios formados sobre la materia que den apoyo y formación a los pacientes. Es por ello que la mayor parte de nuestras iniciativas están centradas en poder hacer llegar esta información a los pacientes.
¿Cuáles son los problemas más comunes que presenta el paciente oncológico en la piel?
En los últimos años las terapias oncológicas han experimentado una gran evolución: Quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia, inmunoterapia, terapias dirigidas… Gracias al progreso de la medicina, se han desarrollado nuevas vías terapéuticas que consiguen un tratamiento cada vez más personalizado para cada paciente. Conocemos los efectos secundarios en la piel y el cabello de la quimioterapia, sequedad extrema (xerosis), picor intenso, fotosensibilidad, alteración de las mucosas, caída del pelo y las cejas, etc. También la radiodermitis provocada por la radioterapia, y la mayor sensibilidad a la radiación solar. Las terapias dirigidas, si bien afectan menos al cabello, presentan mayores efectos secundarios en la piel; además de las mencionadas anteriormente, que también se presentan en estas terapias, pueden aparecer erupciones acneiformes, erupciones máculo papulosas (conocidas como rash cutáneo) así como afecciones en las extremidades (fi suras, enrojecimiento y callosidades muy dolorosas, acompañadas de parestesias) y en las uñas (paroniquias, onicolisis, y diversas alteraciones).
Estas alteraciones que comenta afectarán mucho más allá de la piel...
Todos estos efectos secundarios tienen un gran impacto no solamente en la piel y sus anexos, sino también sobre la apariencia y la calidad de vida de los pacientes. Conocer los cambios que se pueden producir y cómo cuidar la piel en esta nueva etapa es de vital importan
cia. Por ello, La Roche-Posay, acompaña al paciente oncológico en el cuidado de su piel, tan importante en esta etapa. Generalmente las manifestaciones suelen ser temporales y reversibles, pero ante cualquier cambio siempre es necesario consultar a su médico, enfermera o farmacéutico.
¿Cuál es la prioridad que necesita la piel afectada por un tratamiento oncológico?
En los efectos secundarios que hemos mencionado, y en otros que se producen, hay diversos grados de toxicidad cutánea, que tienen en cuenta la severidad y la extensión de cada efecto. Se clasifi can del grado 0 al grado 4, que es el más grave, e incluso a veces hay que plantear suspender el tratamiento oncológico o cambiarlo. El objetivo es no llegar a estos grados más severos. Por eso el cuidado cosmético debe empezar incluso antes de comenzar las sesiones de las terapias oncológicas, ya que se ha demostrado
que el uso profi láctico de ciertos dermocosméticos, pueden reducir la intensidad de los efectos secundarios. Por tanto, el cuidado debe realizarse antes, durante y después de fi nalizado el tratamiento oncológico.
¿Qué rutinas deberíamos seguir?
Los cuidados básicos son: higiene e hidratación de rostro y cuerpo, reparación epidérmica de zonas más afectadas, fotoprotección y, si se desea, maquillaje corrector para devolver el buen aspecto a la piel, redibujar las cejas en caso de pérdida o cómo maquillar los ojos si se han perdido las pestañas.
¿Qué productos elegimos?
Reglas básicas: utilizar productos adecuados, testados clínicamente en pieles sensibles y pacientes oncológicos, que cumplan las garantías de efi cacia y máxima tolerancia. No es necesario que sean productos exclusivos “para pacientes oncológicos”, hoy día tenemos productos que se han testado a todas las edades y para diversas patologías, al igual que para pieles sanas, por lo que estos productos se adecuan perfectamente y una vez fi nalizados los tratamientos, se sigue manteniendo su uso. No sólo los cosméticos adecuados ayudan y refuerzan la piel, sino que los no adecuados pueden agravar los síntomas. Por ello es importante pedir consejo a los profesionales sanitarios que conocen tanto la sintomatología como el tratamiento. También otro consejo: sencillez. Pocos productos, bien elegidos.
¿El cuidado de la piel del paciente oncológico puede ayudarle a adherirse al tratamiento?
Una de las características de los dermocosméticos que se usan como “complemento terapéutico” en estos pacientes, es que a través de la disminución de los efectos secundarios y de mejorar la calidad de vida, se pueden mantener las dosis terapéuticas y por tanto el cumplimiento de la terapia. Además de todo esto, la piel tiene un papel de relación, tanto con nosotros mismos como con los demás. El hecho de cuidar la piel supone un paso muy importante: el paciente toma conciencia de sí mismo, se cuida y se quiere, y esto es fundamental para la recuperación, así como para la mayor adherencia al tratamiento. Hoy día hay muchos estudios sobre calidad de vida que avalan estas afi rmaciones. Incluso, los pacientes dicen que “la quimioterapia molesta menos” cuando aprenden cómo cuidar su piel adecuadamente.
Cuando pensamos en el cuidado de la piel acostumbramos a asociarlo a las mujeres. ¿Y el hombre?
El cuidado de la piel se suele asociar más a mujeres por el tema del maquillaje, pero es importante ser conscientes de que el cuidado de la piel empieza por una correcta higiene y una correcta hidratación y protección diarias de la piel, que deben integrar en su rutina tanto hombres como mujeres. Existen fórmulas que gustan más a los hombres, como pueden ser texturas ligeras, brumas o sprays, que facilitan su aplicación y ayudan a fomentar su uso por el sector masculino. Cada vez empieza a haber más hombres conscientes de la importancia de cuidar su piel en estas circunstancias y que están adoptando el uso de este tipo de cosméticos o tratamientos de “uso fácil” y absorción rápida, que suelen ser los dos temas que más pereza les generan o que más les “echan para atrás” a la hora de cuidar su piel.
¿Los tratamientos oncológicos afectan más a los hombres o a las mujeres?
Los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos se van a producir tanto en la piel de los hombres como de las mujeres. Creo que cada vez hay más concienciación, porque debemos entender en este caso la dermocosmética como parte de la terapia oncológica. Ya hay asociaciones de pacientes que tienen sus revistas dedicadas al cuidado de hombres y mujeres, donde se dan consejos de cuidado, ya que la piel del hombre, aunque es más resistente y más densa, tiende a deshidratarse con más facilidad. En charlas que se dan en estas asociaciones, los pacientes masculinos acuden, intervienen y hacen muchas preguntas sobre cómo cuidar su piel.
¿Qué son y en qué consisten las Unidades de Cuidado de la piel?
Las Unidades del Cuidado de la piel son talleres especializados sobre el cuidado de la piel antes, durante y después del tratamiento oncológico desarrollados en hospitales y clínicas, fundamentalmente de ámbito público y también privado, a nivel nacional e impartidos por profesionales de la salud y con la ayuda de voluntarios de la Asociación Española contra el Cáncer, así como nuestro propio equipo de oncología. La fi nalidad de las Unidades del Cuidado de la Piel es la orientación oportuna y el consejo apropiado que debe seguir un paciente sobre los cuidados básicos de la piel: Higiene, hidratación, reparación epidérmica y fotoprotección. Para todos aquellos pacientes que lo requieren, aprendizaje práctico de las técnicas de maquillaje corrector, donde se aprende a devolver el buen aspecto a la piel. A estas unidades acuden pacientes derivados de los servicios de Dermatología, Pediatría, Cirugía Plástica, Ginecología, Unidad de quemados, Oncología Médica y Oncología Radioterápica.
¿Cuál es la tendencia más actual en la investigación del cuidado de la piel del paciente oncológico?
Creo que lo más importante en este aspecto es que todos los profesionales de la salud estén formados en cómo cuidar adecuadamente esta piel, dando los mejores consejos y acompañando al paciente en todo el proceso de la enfermedad. Lo que prima en este cuidado es la sencillez, la elección de los productos y la constancia diaria para conseguir resultados “para el cuerpo y el alma”, ya que tan importante es el buen producto, como el aplicarlo con cariño.