Entre los 30 y los 34 años es la edad clave a la hora de tomar decisiones con respecto a la reproducción, dicen los expertos, sin embargo, este es el grupo de edad (entre la población fértil) que menos información siente que tiene sobre este tema. Así se desprende de la Encuesta Merck “Conocimiento y tabús sobre la fertilidad en España”, realizada por la compañía de ciencia y tecnología Merck, y cuyos datos han sido revelados con motivo del Día Mundial de la Fertilidad que celebrado ayer 4 de junio.
Para su presentación, Merck ha organizado una mesa redonda en la que han participado el Dr. Juan José Espinós, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF); el Dr. Antonio Urríes, presidente de la Asociación por el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR); Marián Cisterna, paciente y fundadora del Grupo de apoyo Hello; Raquel Urteaga, especialista en reproducción asistida y miembro del Grupo de Interés por la Psicología de la SEF y Paula Rodríguez, directora de la Unidad de Fertilidad de Merck en España.
La encuesta ha sido realizada con el apoyo técnico de la agencia de investigación 40db a 2.000 personas en España de entre 25 y 45 años de ambos sexos, con el objetivo de medir el nivel de conocimiento sobre fertilidad y salud reproductiva y los tabús alrededor de la infertilidad.
La información, herramienta clave y necesaria para combatir la infertilidad
“La información es, sin duda, la herramienta más potente contra la infertilidad”. Así de claro se ha mostrado el dr. Antonio Urríes, presidente de la Asociación por el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR) durante su intervención en el evento, a lo que ha añadido que “las mujeres, y más frecuentemente los hombres, comienzan a preocuparse por este tema solo cuando surge un problema. Teniendo en cuenta que en España contamos con el mayor número de madres que lo son por primera vez a partir de los 40, los problemas de fertilidad son frecuentes”.
Y es que solo 6 de cada 10 de las personas encuestadas se ha preocupado alguna vez por su fertilidad, siendo el porcentaje de mujeres más alto que el de los hombres (64% vs. 52%).
En materia de salud reproductiva, la encuesta afirma que el 67% de los españoles en edad fértil se sienten suficientemente informados. Si se trata de reproducción asistida, la población informada baja al 56% de las mujeres y el 52% de los hombres, dato que no sorprende al dr. Juan José Espinós, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), que afirma que “sobre la reproducción y la natalidad es sobre lo existe una mayor desinformación. Durante muchas décadas hemos estado más preocupados de cómo evitar una gestación que de cómo promoverla. Ahora resulta difícil cambiar esta dinámica”.
Internet es el recurso más utilizado para ampliar conocimientos sobre técnicas de reproducción asistida. Para ello, más de la mitad de los encuestados acude a la red (55%), especialmente los más jóvenes, los de 25 a 29 años (63%). Pero “para tener buena información, hace falta acudir a fuentes fiables y de rigor científico”, asegura Paula Rodríguez, directora del área de Fertilidad de Merck. Por este motivo, Merck relanzó Concibe, un ecosistema digital multicanal, que de forma fácil, sencilla y cercana trata de generar conciencia y transmitir información de calidad y rigurosa para mejorar la situación de desinformación que vemos que aún existe sobre este tema. Como indica Paula Rodríguez, “contar con este conocimiento les permitirá planificar su vida reproductiva de manera más consciente y, especialmente, informada”.
Conocer otras experiencias personales sobre reproducción asistida ayuda a compartirlo más
El 81% de las personas que conocen a otras que han estado en un proceso de reproducción asistida recurrirían a él en caso de necesitarlo, 8 puntos por encima de la media (73%), y el 53% de ellas también compartiría su experiencia abiertamente (frente al 48% de media). Esta correlación la confirma Marián Cisterna, paciente y fundadora del Grupo de apoyo Hello, que afirma que “compartirlo te permite conocer a otros en tu situación, proporcionándote dos poderosas herramientas: hablar el mismo idioma emocional sin el peso de sentirte juzgada o incomprendida y poder ayudar a otros que, a su vez, te ayudan a ti”.
El tabú sigue existiendo en el ámbito de la infertilidad. La mayoría de los encuestados siguen teniendo reticencias a compartir abiertamente sus dificultades para tener un hijo. Más de la mitad (52%) solo lo haría con su círculo cercano. De hecho, incluso en redes sociales, todavía hoy un 20% de los encuestados –especialmente los hombres– evitaría interactuar en sus redes con contenido relacionado por vergüenza o temor a ser asociados con esta causa.
Sin embargo, son los encuestados de sexo masculino los que menos tabú perciben (65% vs. 70% de las mujeres), aunque la encuesta muestra que, en ciertos aspectos, ellos tienen más tabús que la población femenina. En este sentido, Raquel Urteaga, psicóloga especialista en reproducción asistida y miembro del Grupo de Interés por la Psicología de la SEF señala que “la infertilidad masculina se percibe como aún más vergonzosa que la femenina a nivel social y, en muchas ocasiones, aún más devastadora a nivel psicológico, ya que la relacionan con su virilidad”.
En el entorno laboral, la encuesta muestra que solo 6 de cada 10 personas compartirían que están en un proceso de reproducción asistida con su manager o jefe/a. Lo que más preocupa a las mujeres, en este sentido, es el tema de la flexibilidad, algo que les gustaría que su empresa les ofreciera (94% vs. el 88% de los hombres). Casi la mitad de ellos (49%) esperaría también un respaldo económico para financiar los tratamientos.
La preservación de óvulos, una técnica cada vez más extendida
El retraso de la maternidad en España es una tendencia al alza. La edad media para tener el primer hijo se sitúa en 32 años (de las más altas de Europa), lo que eleva las posibilidades de tener problemas de fertilidad. En este sentido, casi 9 de cada 10 de las españolas en edad fértil piensa que la congelación de óvulos aliviaría la presión que tienen para ser madres en momentos específicos de su vida. Sin embargo, solo el 38% consideraría la opción de recurrir a esta técnica.