El jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe (Madrid) y director científico del área temática de Fragilidad y Envejecimiento del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERFES), Leocadio Rodríguez, ha advertido del aumento de los casos de diabetes por el “mal estilo de vida”, pero sobre todo por el envejecimiento de la población.
Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra hoy 14 de noviembre, Rodríguez ha asegurado que “la obesidad y el sedentarismo, provocados por malos hábitos, son un factor de riesgo de la diabetes”, así como los cambios que se producen en las personas cuando envejecen, ya que “la grasa se concentra en el abdomen y las fibras musculares y el cuerpo se hace resistente a la insulina”.
El especialista ha afirmado que dos terceras parte de las personas con diabetes en el mundo son mayores de 65 años y ha asegurado que, “en las personas mayores de 75 años la enfermedad no aumenta el riesgo de muerte, pero sí de incapacidad, de dependencia”. Por ello, ha asegurado que es imprescindible actuar de forma precoz sobre la “fragilidad de los pacientes, sobre su estilo de vida y nutrición, y seguir un tratamiento farmacológico que, además de ser eficaz, proteja al paciente”. “El objetivo en las personas mayores con diabetes es que sigan siendo autónomas”, ha añadido.
Con este objetivo, el Centro de Investigación Biomédica en Red de España (CIBER), con el apoyo de los Fondos del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la UE y la colaboración de CEOMA además de prestigiosas fundaciones, universidades, institutos y hospitales de América Latina
Con este objetivo, el Centro de Investigación Biomédica en Red de España (CIBER), con el apoyo de los Fondos del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la UE y la colaboración de CEOMA y de prestigiosas fundaciones, universidades, institutos y hospitales de América Latina, así como la Organización Panamericana de Salud (OPS), han impulsado el proyecto DIABFRAIL-LATAM, liderado por el doctor Leocadio Rodríguez, en personas mayores frágiles de cuatro países de Latinoamérica, México, Chile, Perú y Colombia. Con la colaboración de organizaciones de mayores en esos países, CEOMA ha aportado al proyecto “la voz del mayor” para facilitar la colaboración de los distintos colectivos de mayores a lo largo del mismo y el apoyo de las instituciones.
Financiado por la Unión Europea, el proyecto analiza el efecto de un programa de educación sobre diabetes y nutrición, de ajustes en los tratamientos, según el objetivo individualizado para cada persona, y un plan de ejercicio físico basado en VIVIFRAIL®, ofreciendo un cuidado integral a los adultos mayores con diabetes y preservando su función. Al abordarse los problemas de salud asociados con la diabetes en ancianos, no sólo se mejora la vida de las personas, sino que también se reducen los costes económicos y sociales de su atención.
Rodríguez ha explicado que decidieron impulsar este programa en Colombia, Chile, Perú y México tras el éxito de una intervención similar llevada a cabo con éxito en países de la Unión Europea, el programa Midfrail, también financiado por la UE. En el caso de Latinoamérica, el programa se lleva a cabo en casa y está adaptado a las especificidades de los países. Según el geriatra, “los resultados son muy buenos y vemos que, tras el éxito en Europa, funciona muy bien también en países con menos ingresos”. Este programa, que finalizará el próximo mes de diciembre, cuenta con más de 700 participantes y se ha empezado a escalar ya a otros nueve países de América Latina y Caribe.
Impacto en la calidad de vida
Una de las enfermedades más prevalentes en adultos mayores es la diabetes mellitus tipo 2, que se asocia a síndromes geriátricos, entre los que destaca la fragilidad, y que tiene consecuencias de gran impacto en la calidad de vida de las personas, como por ejemplo la pérdida de visión, incontinencia, depresión o caídas. Por ello, el presidente de CEOMA, José Luís Fernández Santillana, ha pedido a las administraciones públicas que “se impliquen más” con los pacientes y “que se incremente la distribución de sensores de medición electrónica de glucosa”, ya que “ello liberara a los futuros usuarios de los pinchazos, pudiendo vigilar su nivel de glucosa desde un dispositivo móvil”. De este modo, según Fernández Santillana, “se reducirían las visitas a urgencias y hospitalizaciones de las personas con diabetes, al tener más información y poder regular la dosificación desde sus domicilios”.
Con el programa, los participantes obtienen más información sobre la enfermedad, las causas, las consecuencias y el manejo. Durante el proceso, los asistentes aprenden a desarrollar prácticas de autocuidado y a detectar y manejar situaciones como las hipoglucemias o la malnutrición, y comprenden la importancia de incorporar el ejercicio físico a su vida. Un plan nutricional basado en una alimentación adecuada sin restricciones y una rutina de ejercicios aeróbicos, de resistencia, de equilibrio y de flexibilidad son la base del programa.
El estudio también tiene como objetivo demostrar que las estrategias no farmacológicas deben ser parte integral del manejo de la enfermedad, además de analizar el impacto en el deterioro funcional de episodios de hipoglucemia sintomática y de hospitalizaciones. Los impulsores de DIABFRAIL-LATAM destacan la relevancia del programa, teniendo en cuenta que hay pocos estudios de intervención en personas mayores con diabetes y que las guías clínicas parecen tener una utilidad limitada en estas personas.