En el marco del Día Mundial de la Osteoporosis, que se celebra hoy, Grünenthal ha elaborado una infografía en la que se evidencia la falta de conocimiento de esta enfermedad como factor de riesgo de fracturas a pesar de que las fracturas osteoporóticas pueden ser dolorosas y más discapacitantes que otras patologías.
Los datos hablan por sí solos: 4 de cada 5 pacientes no relacionan su fractura con la osteoporosis, 1 de cada 5 mujeres con fracturas por fragilidad no cree estar en riesgo de sufrir nuevas fracturas y 3 de cada 4 mujeres no saben que el tratamiento para la osteoporosis reduce el riesgo de sufrir nuevas fracturas. En la actualidad, 2.945.000 personas sufren osteoporosis, es decir, un 5,4% de la población total, de las que un 79,2% son mujeres y un 20,8% son hombres.
El coste económico de esta patología supone 4,3 millones de euros para el sistema sanitario por el seguimiento permanente que requieren estos pacientes (2,19% se destina a pacientes con discapacidad de larga duración, 1,81% a coste directos y un 0,3% a intervención farmacológica). El impacto de las fracturas en la morbilidad también es importante ya que los afectados sufren una reducción en su autonomía con la consecuente necesidad de apoyo físico o cuidados constantes por familiares o personal externo, así como el gran impacto emocional que puede conllevar depresión, ansiedad, angustia, tristeza y miedo a las caídas o nuevas fracturas e incluso descompensación de patologías previas, reingreso e institucionalización. Además, el impacto en la calidad de vida de los pacientes se sitúa al mismo nivel del cáncer de colon y recto y es superior a la hipertensión, la artritis reumatoide y el cáncer de estómago.
Las cifras de mortalidad por osteoporosis también son reseñables: el 20% de los pacientes muere el primer año después de una fractura de cadera y, asimismo, las fracturas por fragilidad son responsables de la pérdida de 12 años de vida. Por último, la importancia de que la población sea consciente de la relevancia de esta enfermedad se refleja en los datos que apuntan que se prevé que el aumento del riesgo de otras fracturas se sitúe hasta en un 29,6% en 2034 después de la primera fractura.