Haz un ejercicio de memoria. ¿Cuántas veces te has pasado horas mirando una web sin decidirte?
Artículo escrito por Alba Costa, copywriter experta en identidad verbal para el sector salud, publicado en Farmaventas 170.
Pasando de foto en foto, de artículo en artículo, como en un bucle infinito.
Hasta que te cansas, la cierras y a otra cosa. Sin comprar, sin reservar y la mayoría de veces sin ni siquiera recordar el nombre de la marca.
Ahora ponte en el lugar del dueño de ese negocio. ¿Cuánto esfuerzo, dinero y tiempo habrá dedicado a comunicar sus productos/servicios?, ¿cuánto tiempo pasará en redes sociales intentando llegar a más público?
Mucho más de lo qué imaginamos probablemente. Pero sabes, tiene un problema. Su marca no es memorable.
Su mensaje no es claro, directo y conciso.
Y lo que es aún más importante: no consigue transformar a los curiosos en compradores.
Por eso hoy más que nunca, en un mundo online que crece pasos agigantados, es importante conocer técnicas que nos ayuden a lograrlo. Y aquí es dónde entra en juego el copywriting.
Pero empecemos por el principio.
¿Qué es el Copywriting?
Es la habilidad para escribir textos que conecten con los lectores y consigan que realice una determinada acción. ¿Qué tipo de acción? Realizar una compra en una web, abrir un email, inscribirse a un curso, hacer clic en un enlace... Las posibilidades son infinitas.
Por eso el copywriting es una técnica de venta que puedes empezar a aplicar desde ya en cualquier de tus textos. Fichas de productos, publicaciones de redes sociales, formaciones, textos de tu web corporativa, carteles de tus campañas… Incluso en ese mensaje de whatsapp que envías a tus amigos para convencerles de ir a esa obra de teatro que has visto anunciada.
Sí, cuando aprendas copywriting querrás usarlo en cualquier momento y en cualquier situación. Pero es que además, en cuanto veas lo bien que funciona te preguntarás porqué nadie te lo había enseñado antes.
Pero es que además, el copywriting implica también entre otras cosas: conocer a fondo a tu público objetivo y a tu competencia, definir tu propuesta de valor y perfilar tu buyer persona, encontrar tu tono y la voz de tu marca o localizar e incluir en tus textos las palabras clave que posicionen tu negocio.
Y es que el buen copy empieza siempre escuchando:
A ti mismo: para definir tu producto, tus objetivos, público objetivo, beneficios y características...
A tu público objetivo: para saber si tu producto se ajusta a los que están buscando y ver cómo puedes ayudarle.
A tu competencia: para encontrar tu propuesta de valor específica y única.
Como dice Joseph Sugarman, uno de los copywriter más reconocidos del sector, el objetivo de la primera frase de cualquier texto siempre debe ser que el lector siga leyendo la segunda. Así de simple y así de complicado.
¿Listo para lograrlo? Toma nota.
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Define una propuesta de valor que sea real y específica: no tiene porqué ser única pero si representar eso que te hace diferente a los demás. Conseguirás que los textos sean un poquito más “tú” y menos “lo que hacen los demás.
Recuerda, tú no eres el héroe de esta historia, lo es tu cliente. Investiga, conoces sus gustos, miedos y aficiones. Detecta y derriba sus objeciones (eso que le impide comprarte) y apela a sus puntos de dolor (lo que consigue que tomen acción) en tus textos. Ten en cuenta el momento vital que están viviendo. Utiliza todas las herramientas para obtener la máxima información y no presupongas nada. Pregunta, analiza y vuelve a preguntar. Solo así conocerás a tu público y podrás ofrecerle un producto que realmente encaje con lo que están buscando.
No des nada por supuesto. Deja de suponer que todo el mundo sabe lo que haces, que a nadie le interesa lo que tienes que contarle o que todo el mundo sabe hacer lo que haces tú. Pregunta directamente a tu público si un tema le interesa, prueba y mide resultados, arriésgate a hacer cosas distintas. Ya sabes lo que dicen, si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo.
Huye de superlativos, frases exageradas o promesas vacías y sin significado. No prometas algo que no vas a cumplir y evita abarcar más de lo que puedas asumir. “Tu farmacia de confianza”, “más de 15 años de experiencia”, “tu salud nuestra razón de ser”... todos hemos leído alguna vez estas frases y podríamos usarlas en casi cualquier proyecto.
Aprende a encontrar los beneficios de tu producto (pensando siempre en el consumidor) y deja un poco de lado las características. ¿Qué problema soluciono en su vida?, ¿cómo la mejoro? Recuerda que compramos por emociones y que tu producto o servicio debe resolver siempre un problema que tiene tu cliente ideal.
Encuentra y define tu identidad verbal. Deja de sentir que vendes la moto y hazlo desde tu propósito. Crea una comunidad, utiliza tu propio universo verbal y sácale todo el partido a tu voz de marca. No hay nadie como tú, aprovéchalo.
Conecta con tu audiencia con solo unas pocas palabras. Deja de rizar el rizo, usar subordinadas o emplear párrafos demasiado largos. Si tu texto lo puede entender un niño de 12 años estás en el buen camino.
Y lo más importante: aprende a investigar. El 80% del trabajo de escribir un buen copy es la investigación previa. Dedica tiempo a esta primera parte del proceso y tendrás gran parte del trabajo adelantado.
¿Preparado para darle una vuelta a tus textos? Estoy deseando ver tu cambio