Después de trece años trabajando en el mercado masivo en Procter & Gamble, en el área de belleza, y de pasar por Danone, Davison Pereira llegó a Beiersdorf, donde lleva 8 años trabajando, primero en Latinoamérica, en Chile, y desde hace 3 años como director general en España, país que está en el top 5 mundial para Eucerin.
Defina en una frase qué es el Thiamidol®.
Eficacia comprobada para el tratamiento de la hiperpigmentación en todos los tipos de pieles.
Para nosotros, el Thiamidol ha sido la mayor innovación que hemos tenido en los últimos 15 años, producto de una larga investigación. Es un orgullo porque fue una contribución al mundo científico, fuimos el primer laboratorio en aislar la tirosinasa humana y, a través de ese aislamiento de la tirosinasa humana, comprobamos por primera vez que un activo que combate la hiperpigmentación efectivamente funciona.
¿Cómo ha sido el proceso para replicar la tirosinasa humana y descubrir el Thiamidol®?
Fueron dos procesos que estuvieron desarrollándose en paralelo. Nosotros tenemos uno de los más altos números de PHD en la empresa en el área de investigación y desarrollo; hay equipos que están más enfocados en la investigación de productos y moléculas y otros en la piel. Este último estuvo muchos años tratando de replicar en un modelo in vitro el funcionamiento de la tirosinasa humana y finalmente logró aislar la tirosinasa per se.
El proceso que estaba ocurriendo en paralelo era una prueba en la que al final fueron 50.000 compuestos donde de una forma iterativa se veía esa tirosinasa humana cuando la lográbamos inhibir. Al final, el Thiamidol es un derivado, por simplificarlo mucho, del Resorcinol, que en una modificación de sus moléculas se agarra perfectamente la tirosinasa y permite que se inhibe. Fue como un bonito matrimonio entre la investigación de la piel y la de todas las moléculas que había en el mercado para lograr una que fuera específica para nosotros y para la hiperpigmentación.
¿A qué se debe la eficacia de este activo?
A una armonía perfecta entre la molécula y la tirosinasa humana, de forma que hay una unión que permite la inhibición y lo que también nosotros de una forma muy rigurosa definimos como el “oro estándar” en el tratamiento de las manchas de la hiperpigmentación. Este “oro estándar” está muy enfocado en cómo inhibir la tirosinasa; hay muchos tratamientos que son más superficiales y tienen una eficacia similar, pero a corto plazo. Cuando inhibes la tirosinasa permites que la producción de melanina se controle por completo. Ahí está el gran factor de diferenciación. Cómo actúa sobre la tirosinasa, la armonía perfecta y esta eficacia que también permite la prevención de la nueva presión de la hiperpigmentación.
Esta patente destaca tanto por su eficacia como por su tolerabilidad en las distintas causas de hiperpigmentación y fototipos de piel. ¿Qué tipo de tests han realizado para demostrarlo?
Ha sido una batería de tests muy amplia porque nosotros estuvimos 10 años para investigar la molécula per se. Esos tests, al principio, fueron in vitro y, una vez que ya habían pasado entre 8 o 9 años de ese proceso de validación in vitro, los últimos dos años antes de lanzarlo pasamos al in vivo, con una escala tanto de calidad de vida como de la mancha para ver cómo era la evolución. Ahí es cuando nos sorprendimos, porque la expectativa era muy alta y nos dimos cuenta de que, desde la segunda semana, ya se empezaban a ver resultados y lo mejor de todo es el uso prolongado, cómo sigue actuando sobre la hiperpigmentación. Y esto también lo hemos podido replicar en los distintos mercados donde está presente Eucerin. Estamos hablando de más de 50 países con una batería de test in vivo locales, que son test, por lo general, clínicos, supervisados con dermatólogos, directamente aplicados sobre el rostro, y se va evaluando con una escala de colorimetría de la piel.
¿Qué inversión ha supuesto esta investigación?
No sé cifras exactas porque normalmente esto se controla en Alemania, en nuestra casa matriz, pero está entre las top 5 inversiones que hemos hecho a nivel de investigación y desarrollo.
¿Tienen previsto incorporar este activo en más productos?
Sí, después de nacer Thiamidol, la idea es estudiar cómo podemos irlo integrando en distintas fórmulas. Seguimos investigando cómo va actuando en el envejecimiento, en problemas de acné y la verdad es que ha resultado un compuesto muy prometedor. Porque ahora la investigación se basa más en buscar nuevas funciones al Thiamidol. La idea es cómo lograr la mejor sinergia posible del Tiamidol con otros activos, que siga manteniendo su eficacia pero en unión con otra fórmula para que el beneficio sea completo: antiedad más antimanchas o acné más antimanchas.
En el plano más personal, ¿qué supone ser director general de Eucerin España?
Primero, es un compromiso muy grande, porque estamos hablando de una de las tres primeras marcas de dermocosmética en España y la primera marca de dermocosmética en el mundo y eso significa que hay que estar muy alineados con el propósito que tenemos nosotros como marca y como compañía, que es transformar para bien la vida de las personas a través del cuidado dermatológico, con un factor diferencial que es el cuidado. Es también cuidado de los empleados, de las farmacias, de los proveedores que trabajan con nosotros, con un enfoque mucho más cercano y que las relaciones que construyamos también sean a largo plazo.
¿Qué retos se plantea?
Para mí, el gran desafío es cómo mantener esta base médico-científica y muy cercana a la farmacia en un contexto, hablando comercialmente, donde la omnicanalidad es necesaria y que está creciendo cada vez más. Específicamente, en farmacia, nuestro posicionamiento de aliado, no solamente de los productos, sino para dar soluciones a patologías dermatológicas, a través de formación, con beneficios obviamente económicos para la farmacia y de tranquilidad porque maneja una marca líder con estándares globales a nivel de investigación y desarrollo.
¿Qué caracteriza al mercado español?
Uno de los puntos que a mí me ha llamado mucho la atención del mercado español es una cantidad de marcas locales que es muy amplia, con una oferta muy especializada, pero no necesariamente con un bagaje médico-científico como el que tenemos nosotros. Conseguir también ese espacio, para mí, es fundamental.
Con esta dispersión de farmacias, cada una es un mundo. Estar presente en el día a día de la farmacia, trabajando con el delegado, como nosotros le decimos al gestor, es fundamental para entender cuáles son los problemas que tiene la farmacia, cuál es el rol de la dermocosmética en la farmacia. A diferencia de Latinoamérica, donde la distribución, la compra de productos y la visibilidad se genera sola, negociada por central, aquí tienes 15.000 negociaciones que corren en paralelo. Y el factor clave es esta multiculturalidad, la cultura empresarial de cada farmacia y, sobre todo, apoyar la visión del rol más asistencial que tiene la farmacia en cada una de las comunidades autonómicas donde funciona. Cómo entender y cómo aportar soluciones en concreto, para mí, ha sido el principal factor de adaptación. Y, por otro lado, es cómo en el camino uno se va divirtiendo con lo que hace, porque las farmacias han pasado por situaciones complejas en estos últimos años, que si tú no llegas a la farmacia con una mirada un poco más fresca, constructiva, de partnership, para acompañar y no para lucrarse únicamente, te estás divirtiendo y construyendo una relación. Si no lo haces así, creo que no eres la persona adecuada. Profesionalización, visión asistencial y pasarlo bien mientras ayudamos a la gente a que tenga más salud.