Más del 50% de las mujeres en menopausia evita comentar su experiencia con su círculo más cercano. Así lo reflejan los datos del mayor estudio internacional sobre menopausia, realizado por Essity en 11 países y en el que han participado más de 16.000 mujeres.
A nivel mundial, se estima que un billón de mujeres estará atravesando la menopausia en 2025 y, actualmente, las mujeres en etapa menopáusica -entre 40 y 65 años- representan el 20% de la población femenina española. A pesar de ser una etapa vital de especial relevancia, los datos ponen de manifiesto que el conocimiento de la mujer sobre sus efectos es limitado igual que la libertad para hablar de ello o el apoyo que reciben.
“El estudio revela una gran falta de conocimiento. La mayoría de encuestadas afirma conocer cuatro síntomas vinculados a la menopausia, cuando en realidad hay más de sesenta” señala Elena Galbis, directora del área de Health & Medical de Essity Iberia. “Este estudio nos permite conocer e identificar cuáles son las principales necesidades que tienen las mujeres, para tratar de buscar soluciones que les den respuesta y lograr una mayor visibilidad social, no solo el marco del Día Mundial de la Menopausia sino durante todo el año”, concluye.
La menopausia, esa gran desconocida de la que nadie habla
De acuerdo con los resultados del estudio, a pesar de que 6 de cada 10 mujeres consideran que la menopausia no es un tabú, solo 3 de cada 10 hablan activamente de ella. Entre las principales razones para evitar hablar de su experiencia con sus parejas, familiares o amigos, señalan el que parezca algo peor de lo que realmente es –el 34% de las encuestadas–, que no sean percibidas como una persona mayor – el 26%–, o por vergüenza –un 24%–.
“La idea de la menopausia asociada a vejez es una estrategia para deprimirnos. En nuestra sociedad, la vejez implica exclusión social, laboral y afectivo sexual”, señala Anna Freixas, autora del libro ‘Yo, vieja’ y profesora jubilada de Psicología en la Universidad de Córdoba. “Por este motivo, el sentido del humor es fundamental, como también lo es aprender a envejecer y pensar que somos afortunadamente viejas”, afirma.
Y es que, a pesar de que en los últimos años se han dado grandes avances a la hora de dar visibilidad a las cuestiones relacionadas con salud e higiene femenina, las cifras demuestran que todavía no es suficiente. Reflejo de ello es que un 67% de las mujeres encuestadas señala que no ha encontrado ninguna campaña que ponga el foco en los síntomas de la menopausia y, casi un 60%, reconoce que no hay suficiente conocimiento y que desconoce, además, sus efectos y duración.
El conocimiento sobre esta etapa, una asignatura pendiente
De media, las mujeres en menopausia o postmenopausia afirman que experimentaron 4 síntomas vinculados a esta etapa, cuando en realidad pueden ser hasta 60. Esto podría explicar el hecho de que 6 de cada 10 mujeres en menopausia reconozca sorprenderse constantemente de los cambios que experimenta su cuerpo.
“La menopausia no es una patología. Afortunadamente, las mujeres queremos estar más informadas. Ocultamos menos lo que nos pasa para poder entenderlo y asegurar nuestro bienestar”, sostiene María Fasero, doctora en ginecología y obstetricia, sexóloga y Coordinadora de la Unidad de Menopausia Saludable del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela. Sin embargo, los resultados del estudio evidencian que todavía el 40% de las mujeres no se plantean o no han ido al ginecólogo cuando han experimentado síntomas.
Entre los principales síntomas, las mujeres entrevistadas coincidieron en señalar los sofocos en un 63% y los sudores nocturnos en un 46%. El impacto de la menopausia va más allá de los aspectos físicos y repercute en el estado de ánimo, el bienestar emocional y hasta en el desempeño de sus actividades diarias. En este sentido, un 41% de las mujeres reconoció que su capacidad para trabajar se vio afectada por el cansancio, un 16% por falta de concentración y un 13% por pérdida de memoria.
En medio de estos desafíos, resulta fundamental conocer cuáles son aquellas acciones que las mujeres pueden llevar a cabo en su día a día y que les ayudarán a mejorar su calidad de vida y garantizar su bienestar. Para Marta Marcè, naturópata, nutricionista y comunicadora, la alimentación constituye la base esencial de nuestro bienestar, no sólo físico, sino también emocional. “A las mujeres nos han inculcado que la nutrición es sinónimo de dietas. Muy al contrario, la alimentación es la fuente de nuestro bienestar, es de donde obtenemos los nutrientes que necesitamos por lo que tiene que ser algo placentero y que nos aporte salud”, afirma la nutricionista.
