Las personas que padecen disfagia pueden toser o atragantarse durante el proceso de beber e ingerir alimentos, dificultades que hacen que el momento de comer pueda resultar estresante y complicado, y puede ser problemático para ingerir la suficiente comida y bebida. Como resultado, la disfagia se asocia con un mayor riesgo de deshidratación y un estado nutricional pobre.
El pasado 29 de octubre se celebró el Día Mundial del Ictus, una patología que afecta a 120.000 españoles cada año, siendo ya la segunda causa de mortalidad en nuestro país, la primera en el caso de las mujeres. En aquellos pacientes que sobreviven al ictus, la disfagia orofaríngea (DO) es un síntoma común que está presente en hasta el 64% de los casos y se caracteriza por provocar dificultades para trasladar de manera segura el bolo alimenticio desde la boca hasta el esófago. Se trata de un síntoma que dificulta en gran medida la recuperación de estos pacientes y que potencia la desnutrición.
Las personas que padecen disfagia pueden toser o atragantarse durante el proceso de beber e ingerir alimentos, sintiendo que la comida se queda atascada en la garganta o el pecho, hecho que incrementa el riesgo de que puedan regurgitar el alimento. Estas dificultades al tragar hacen que el momento de comer pueda resultar estresante y complicado para los pacientes, y puede ser problemático para ingerir la cantidad suficiente de comida y bebida. Como resultado, la disfagia se asocia con un mayor riesgo de deshidratación y un estado nutricional pobre. La presencia de esta desnutrición empeora el pronóstico vital, aumenta las complicaciones y disminuye la recuperación funcional. Además, los datos demuestran que un diagnóstico precoz de la disfagia puede suponer resultados de mejora para los pacientes y un importante ahorro de costes (cercanos al 50%).
“La mitad de los pacientes con disfagia están desnutridos y tienen un mayor riesgo de complicaciones respiratorias, como neumonía por aspiración; de ingresos hospitalarios de repetición y de morbimortalidad. Para los pacientes que han sufrido un ictus, resulta crítica una detección precoz de la disfagia, así evitaremos reingresos, propiciaremos una mejor rehabilitación tanto funcional como deglutoria, y un aumento de la calidad de vida. Igual de importante es una adecuada intervención nutricional para adaptar la dieta a los requerimientos nutricionales del paciente, de manera que se minimicen los riesgos de desnutrición, deshidratación e infección respiratoria”, asegura el Dr. Alejandro Landínez, vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE).
La iniciativa angels, cuando el tiempo en un ictus es oro
Durante un ictus, el tiempo es una de las herramientas más preciadas, ya que va a determinar el grado de evolución y la gravedad de las secuelas. A nivel global, 15 millones de personas en todo el mundo sufren un ictus cada año; un tercio fallece como consecuencia y otro tercio queda incapacitado de manera permanente. Las guías clínicas recomiendan que los pacientes que han sufrido un ictus sean tratados en una unidad exclusiva de ictus con un equipo especializado. A su vez, el tratamiento se debería iniciar tan rápido como sea posible después del desarrollo de los síntomas, hecho que no siempre ocurre.
Con el objetivo de optimizar la calidad del cuidado en todos los centros de ictus existentes, la farmacéutica Boehringer Ingelheim, con el aval de la Organización Europea de Ictus, (ESO, por sus siglas en inglés), de la Organización Mundial de Ictus y de más de 50 sociedades nacionales de ictus (entre las que se encuentra la Sociedad Española de Enfermería Neurológica, SEDENE), trabaja en la iniciativa Angels. Aunque los centros especializados en el tratamiento de ictus ofrecen las mejores posibilidades de recuperación, actualmente menos de un tercio de los pacientes en Europa están tratados en uno de ellos, tasa que es incluso más baja en países con pocos recursos[ii]. La iniciativa Angels pretende asegurar que todos los pacientes de ictus tengan acceso al mismo nivel de cuidado, independientemente del lugar en el que estén. En este sentido, se está trabajando ya con cerca de 4.000 hospitales de todo el mundo y con casi 50.000 especialistas, enfermeras y miembros de servicios de urgencias, siendo la comunidad de ictus más grande del mundo. Un grupo de consultores de la iniciativa les proporcionan a los especialistas, enfermeras y equipos sanitarios de ambulancias la formación y el soporte que necesitan para crear y mejorar las vías y procesos que giran en torno al cuidado en ictus. Estos consultores ejecutan la evaluación junto con los hospitales; comparan los procesos existentes con las guías clínicas y realizan un seguimiento de los procesos cualitativos; proporcionan entrenamiento y apoyo constante para la plantilla hospitalaria. Además, ofrece programas y herramientas educativas como apoyo para el proceso de optimización pre-hospitalario y durante la hospitalización, al igual que una plataforma comunitaria para intercambio entre profesionales sanitarios y acceso al expertise de los especialistas más relevantes a nivel mundial.
La importancia de la colaboración entre neurólogos y endocrinos en el abordaje del paciente con ictus
En este contexto, Nutricia, la división de nutrición especializada de Danone Specialized Nutrition, se une a la iniciativa para contribuir a un mejor cuidado para los pacientes que tienen problemas de deglución con comida y líquidos (disfagia) tras sufrir un ictus. Esta colaboración busca ayudar a los profesionales sanitarios y a los centros de ictus a mejorar la evaluación y el manejo nutricional de la disfagia. Con el apoyo de Nutricia, la iniciativa Angels incorporará módulos educativos, guías y metodologías para la detección precoz de la disfagia y el manejo nutricional, en colaboración con neurólogos, endocrinos, enfermeras, logopedas, chefs y cuidadores. En concreto, la colaboración de los especialistas en ictus (neurólogos o enfermeras de neurología) con los endocrinos es fundamental para la creación conjunta de protocolos de actuación que sirvan para detectar la desnutrición en pacientes que han sufrido un ictus.
“El desarrollo de la iniciativa Angels ayuda a protocolizar una actuación consensuada a nivel nacional e internacional, poniendo en auge la importancia del trabajo en equipo interdisciplinar y dando valor al rol de la enfermería neurológica. Es primordial integrar las unidades de disfagia (equipos interdisciplinares formados por endocrinos, nutricionistas, enfermeras de neurología y de nutrición, geriatras, logopedas, neurólogos y terapeutas ocupacionales) dentro del circuito de atención al ictus. Nos queda por cubrir muchos retos entre niveles asistenciales, igual que Angels está evolucionando y mejorando la asistencia aguda o hiperaguda es preciso que entremos en la atención organizada y protocolizada en fases subagudas (servicios de neurorrehabilitación) y crónicas (atención primaria y centros sociosanitarios) con el fin de asegurar una cadena asistencial para el paciente y su familia. También nos queda una carrera de fondo en el reconocimiento de la enfermera especialista en cuidados neurológicos que desde SEDENE estamos promoviendo y gracias a iniciativas como Angels nos ayuda en esta larga tarea”, explica el Dr. Landínez.
En línea con su compromiso con estos pacientes, Nutricia y la iniciativa Angels organizan webinars formativos para enfermería neurológica en nuestro país con alrededor de 200 participantes. Además, Nutricia colaborará con la SEDENE en su XXVII congreso anual que tendrá lugar del 16 al 20 de noviembre de 2020, donde se abordará la importancia de la nutrición en pacientes neurológicos con disfagia, evaluando las distintas perspectivas en el abordaje de estos pacientes.
Nutricia, como parte de Danone, ofrece soluciones nutricionales pioneras que pueden ayudar a las personas a vivir vidas más largas y sanas. La compañía desarrolla productos innovadores que ayuden a los pacientes afectados por disfagia después de un ictus, quienes encuentran más fácil tragar alimentos y beber que presenten una textura espesa y fluida.
Danone specialized nutrition y los pacientes con ictus y disfagia
La innovación más reciente en relación con la nutrición en disfagia se centra en el uso de suplementos nutricionales espesados y espesantes basados en gomas amilasa resistentes, los cuales mejoran el resultado terapéutico de los suplementos nutricionales espesados basados en almidón, ya que mantienen consistencia en el tiempo y no incrementan los residuos orofaríngeos. Además, algunos pacientes requieren nutrición enteral.
Danone Specialized Nutrition dispone de Nutilis Clear®, el primer espesante tipo clear del mercado (basado en gomas amilasa resistentes), con evidencia probada tanto en seguridad, como en cumplimiento. Además, favorece una mayor ingesta de líquidos, ayudando a reducir el riesgo de deshidratación. También Danone Specialized Nutrition pone a disposición de las personas con disfagia, Nutilis Complete®: el único suplemento nutricional espesado resistente a la amilasa en 125 ml, que favorece la seguridad y el cumplimiento de los pacientes con dificultades para tragar que cursan con desnutrición, una de las principales consecuencias de la disfagia.