Sé lo que me vas a decir al leer el titular de este artículo. Quizás seas de los que piense que el lugar en el que se ubica una farmacia repercute directamente sobre el negocio.
Artículo escrito por Alba Costa, copywriter experta en identidad verbal para el sector salud y bienestar, publicado en Farmaventas 169.
Y a ver, sí pero no. Déjame explicarte. Si nos ceñimos a la clasificación clásica de tipos de farmacia encontraríamos: rural, turística, de barrio, 24 horas, de playa… Y así hasta el infinito atendiendo únicamente a un criterio puramente geográfico.
¿Pero qué pasa cuando analizamos esos proyectos más a fondo? ¿Y si dejamos de presuponer, encasillar y categorizar en tipos de farmacia y empezamos a hablar de la esencia de cada una de ellas? ¿Y si comenzamos a hablar de identidad de marca?
Déjame responder por ti: empieza el cambio y se multiplican las posibilidades.
Pero empecemos por el principio: ¿qué es la identidad de una marca? Son todos esos elementos visuales (logotipo, colores…) y verbales (propósito, valores, voz, tonos, universo verbal…) que dan forma a un proyecto.
Es aquello que siempre permanecerá en tu negocio, esté ubicado en la playa, en un entorno rural o en un centro comercial. Tu marca es lo que te hace único y te confiere autoridad.
Entonces, reflexiona conmigo, si cada farmacia (marca) tiene su propia esencia, ¿por qué nos empeñamos en ponerles etiquetas?
Olvídate de si tu farmacia está dentro de un centro comercial, en un entorno más rural o en un paseo marítimo y céntrate en transmitir lo que te hace especial.
Y como siempre es más fácil aprender con ejemplos, toma nota de las 7 acciones que debes poner en marcha ya para diferenciarte de tu competencia:
Define tu identidad verbal.
Tan importante es lo que decimos como la forma en la que lo hacemos. ¿Cómo quieres que te vea tu audiencia?, ¿qué quieres transmitir? Dos preguntas clave si quieres encontrar tu voz y los tonos de tu marca. Profesionalidad, cercanía, autoridad… hay tantas voces como marcas. ¿Cuál es la tuya?
Deja de hacer lo mismo que los demás
A la competencia hay que observarla, pero desde la distancia. Analizar sus campañas, ver cómo lo están haciendo y buscar la diferenciación. Y no siempre será fácil, exigirá horas de lluvias de ideas, quizás darle la vuelta a todo lo que has hecho antes y apuestas arriesgadas. Pero ¿sabes?, merecerá la pena. Apuesta por definir tu identidad verbal y diferénciate. ¿De qué te sirve tener las campañas de marketing planificadas para todo el año si haces lo mismo que todas las demás?
Identifica a tu público objetivo
Da un pasito más allá y no te quedes solo en la superficie. Recuerda que ya no solo importa saber dónde viven, el sexo o la franja de edad. Es importante que empieces a preguntarte sobre sus gustos, anhelos, miedos, qué les gusta hacer en su tiempo libre o cuales son sus sueños. Ten en cuenta el momento vital que están viviendo. Utiliza todas las herramientas para obtener la máxima información y no presupongas nada. Pregunta, analiza y vuelve a preguntar. Solo así conocerás a tu público y podrás ofrecerle un producto que realmente encaje con lo que están buscando.
Todo buen cliente te traerá otro
Son tu mejor herramienta de marketing. Practica la escucha activa, ten en cuenta las sugerencias y gestiona las críticas (negativas y positivas) con el objetivo de mejorar.
¡Ah! y olvídate de suponer y pasa a la acción. ¿Sabes cómo realizar una encuesta que te permita dejar de suponer? Sigue estos pasos:
Elige un objetivo: no preguntes por preguntar. ¿Qué te gustaría conseguir?, ¿cómo esa información puede mejorar el servicio que prestas?
Selecciona un tema: no preguntes sobre todo a la vez. Elige un tema y no te desvíes.
Haz preguntas concretas: mejor que elijan entre dos opciones que lanzarles una pregunta general sobre tus servicios.
Analiza siempre los resultados.
Trabaja tu visibilidad
Usa todas las herramientas a tu alcance para mostrar tu esencia (redes sociales, blog, conferencias, artículos...) No tengas miedo a mostrarte.
Olvídate de vender
y céntrate en ayudar
A nadie nos gusta sentir que nos están intentando vender algo. Céntrate en ayudar, crea una relación de confianza, aporta contenido de valor y el resto vendrá solo.
Sé auténtico y transparente
Muestra de verdad quién eres y qué es lo que sabes hacer y no olvides la transparencia: si te equivocas, enséñalo. Somos humanos.
Revisa el lenguaje que utilizas
Huye de los tecnicismos, estereotipos y frases hechas. “Tu farmacia de confianza”, “los mejores profesionales”, “equipo multidisciplinar”, “20 años de experiencia”... frases vacías que no aportan nada a tus pacientes y que te impiden conectar. ¿Tu texto podría entenderlo un niño de 12 años? Estás en el camino correcto. No olvides que si confundes, pierdes. O lo que es lo mismo, dejas pasar oportunidades de ganar clientes.
Y lo más importante: no te encasilles. Recuerda, tu marca es mucho más que un tipo de farmacia. ¿Estás listo para hacerla brillar?
