En España, según diversos estudios, un 17% de los conductores afirma estar en tratamiento farmacológico, hecho que se ve agravado porque 3 de cada 4 pacientes afirma no haber recibido advertencias sobre el efecto de su medicación. A esto se suma, además, que muchos de ellos se automedican y desconocen los riesgos que pueden suponer estos fármacos a la hora de conducir.
En la actualidad alrededor del 25% de los medicamentos incluyen el pictograma que alerta sobre la posible interacción con la conducción, remitiendo al paciente a la información incluida en la sección “Conducción y uso de máquinas” del prospecto. Estos medicamentos pueden influir en la conducción de muy diversas maneras, bien porque producen un efecto terapéutico contraindicado en caso de manejar maquinaria peligrosa o conducir, o bien como consecuencia de un determinado efecto adverso. La relación medicamentos-conducción no es siempre negativa, puesto que en muchas ocasiones el medicamento permite controlar la patología y mejorar la capacidad de conducción.
Uno de los mecanismos a través del cual un medicamento puede afectar al conductor es la somnolencia o efecto sedante. Otros efectos son la reducción de los reflejos y aumento del tiempo de reacción, la alteración de la percepción de las distancias, las alteraciones oftalmológicas o de la audición, los estados de confusión y aturdimiento y las alteraciones musculares.
Grupos de medicamentos con mayor efecto en la conducción
- Aquellos que actúan sobre sistema nervioso central: antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos, antipsicóticos, etc.
- Antihistamínicos utilizados para el tratamiento de la alergia (efecto mínimo en los de nueva generación como loratadina o mizolastina).
- Relajantes musculares.
- Algunos colirios.
- Numerosos antineoplásicos e inmunomoduladores.
Mecanismos generales a través de los cuales un medicamento podría afectar al conductor
- Somnolencia o efecto sedante (20% de accidentes ocurren porque las personas se duermen).
- Reducción de los reflejos y aumento del tiempo de reacción.
- Alteración de la percepción de las distancias.
- Hiperactividad e hiperreactividad.
- Alteraciones oftalmológicas o de la audición.
- Estados de confusión y aturdimiento.
- Alteraciones musculares de carácter agudo (espasmos, calambres, etc).
Consejos con los medicamentos que pueden influir en la conducción
Para evitar posibles efectos de los medicamentos sobre la conducción se recomienda evitar conducir al iniciar un tratamiento que potencialmente pueda disminuir reflejos o capacidad visual, tener especial precaución a la hora de la administración conjunta de varios medicamentos, y por supuesto no consumir alcohol.
La labor informativa del farmacéutico es de gran relevancia, ya que por un lado promueve el uso racional de los medicamentos, pero además, conoce todos los medicamentos que puede utilizar el ciudadano, requieran o no de receta. En estas vacaciones, ante cualquier duda con los medicamentos y la conducción, los ciudadanos pueden acudir a alguna de las 21.854 farmacias comunitarias repartidas por toda España y consultar con el farmacéutico.