Las herramientas de inteligencia artificial (IA) ya son capaces de leer y comprender textos, así como reconocer imágenes, con mayor precisión que los humanos. Así lo ha expuesto el experto en tecnología, Álex Rayón, durante la conferencia “Inteligencia artificial, ¿qué es y qué no es?”, celebrada en la segunda jornada de Infarma 2025.
La sesión, moderada por Manuel Martínez del Peral, vicepresidente de Infarma Barcelona 2025 y presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, sobre cómo funcionan las herramientas actuales que utilizan IA y cómo utilizarlas, o lo que sería mejor decir, cómo entrenarlas.
El doctor en Informática y Telecomunicaciones, actualmente CEO y cofundador de Brain&Code, defiende que el término "inteligencia artificial" no es el más adecuado y prefiere referirse a ella como "inteligencia digital o electrónica". Durante su intervención, Rayón ha explicado que existe una falta de comprensión generalizada sobre lo que realmente puede y no puede hacer la IA, lo que genera expectativas poco realistas.
Para ilustrar su evolución, ha recordado que el concepto de máquinas que pudieran simular capacidades cognitivas humanas se remonta al siglo XIX, con Ada Lovelace, considerada la primera programadora de la historia, quien ya predijo la existencia de "máquinas pensantes".
Hoy en día, afirma Rayón, podemos decir que la IA no solo comprende textos con precisión, sino que también es capaz de ver mejor que el ojo humano, gracias a su capacidad de reconocimiento de imágenes. También supera a los humanos en el análisis de datos masivos, el razonamiento predictivo y la resolución de problemas matemáticos complejos.
Rayón ha destacado algunas de las aplicaciones prácticas de la IA en el sector farmacéutico, como el análisis de datos de usuarios para identificar las mejores ubicaciones para abrir una farmacia, la optimización de procesos de abastecimiento, o el desarrollo de herramientas que mejoren la atención personalizada al paciente.
El reto de la convivencia entre humanos e IA
“La IA funciona como una infraestructura cognitiva: posee las capacidades, pero es necesario desarrollarlas y entrenarlas para que realicen las tareas que nos interesan” ha explicado Rayón, quien ha aconsejado que “debemos aprender a dar instrucciones claras y precisas para aprovechar al máximo su potencial".
Según Rayón, en esta nueva era será más importante saber hacer buenas preguntas que conocer las respuestas. "No perderemos nuestro tiempo en tareas que las máquinas pueden hacer mejor. Nuestro valor diferencial radicará en nuestra capacidad de formular los problemas de manera efectiva", ha enfatizado.
El experto en tecnología se ha mostrado contrario a discursos apolíticos sobre la posible desaparición de puestos de trabajo por la implantación de la IA. “Nuestro valor es la conciencia” y ha subrayado que la llegada de la IA no debe interpretarse como una amenaza para los profesionales, sino como una oportunidad para mejorar su eficiencia. “Nos comparamos todo el rato con la IA y lo que de verdad deberíamos hacer es convivir con ella. Nosotros hacemos cosas mejor y ella otras”, ha afirmado.
Protección de datos y propiedad intelectual: los grandes desafíos
Uno de los temas que más preocupan en la adopción de la IA es la protección de los datos personales y la regulación de la propiedad intelectual. Rayón ha señalado que la legislación actual no contempla la protección de los "datos cognitivos", es decir, la información sobre cómo pensamos o razonamos. "La gran asignatura pendiente es la protección de la cognición humana frente a las tecnologías emergentes", ha advertido.
En este sentido, ha recomendado que las farmacias adopten un enfoque natural en su relación con las herramientas digitales. "Si gestionamos correctamente nuestra relación con los agentes digitales, podremos aprovechar al máximo sus beneficios", ha concluido.