¿Cómo la tecnología modificará el sector de la farmacia en los próximos 10 años? Esta es una de las preguntas que más se hace el sector farmacéutico en los últimos años y que ha sido el tema de una de las conferencias de actualidad de la primera jornada de Infarma 2025, el Congreso Europeo de Oficina de Farmacia y el Salón de Medicamentos y Parafarmacia, que se celebra estos días en Barcelona.
La ponencia, moderada por Marta Gento, secretaria del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, contó con la participación de Genís Roca, especialista en desarrollo de negocio y cultura digital considerado uno de los grandes especialistas en Internet y en transformación digital, quien ha realizado un recorrido sobre cómo la digitalización y la automatización han ido cambiando los servicios de salud en las últimas décadas y ha marcado los pasos que la inteligencia artificial seguirá en los próximos diez años.
Un recorrido por la evolución tecnológica en la salud
Roca ha iniciado su exposición con un repaso de la evolución de la tecnología aplicada a la salud desde los años 80, cuando surgieron los primeros registros electrónicos de salud (EHR). Desde entonces, el sector ha vivido hitos como los primeros PC en consulta médica en los 90 y se empiezan a hacer los primeros registros de la historia clínica electrónica y de investigación.
En los inicios de internet los datos sólo estaban generados por organizaciones, pero en los años 2000 empezaron a aparecer un segundo caudal de información, generado por los ciudadanos, y a partir de 2005 se empieza a hablar de web 2.0, cuando surgen las principales redes sociales. “Nos parecía que la información ciudadana cambiaría mucho los servicios de salud, habría rankings de médicos, la gente se automedicaría, pero esto no ha acabado de pasar” ha opinado Roca.
El experto ha señalado que “desde 2020 hay otro flujo de datos, los generados por los sensores, que son constantes, no dependen de la voluntad o motivación de las personas que es impredecible” y esto nos pone frente a un nuevo momento de cambio.
“Actualmente, nos encontramos en una fase de transformación digital, caracterizada por la generación de datos en tiempo real gracias a sensores y dispositivos conectados, que nos aportan información constante y fiable", ha afirmado Roca. En este sentido, el especialista en desarrollo de negocio y cultura digital ha puesto como ejemplo los sistemas que monitorizan datos de salud (pulsaciones, pasos realizados al día, etc.), y ha señalado que esta evolución nos llevará hacia la creación de “servicios proactivos, masivos, personalizados, basados en estos datos”.
El papel de la inteligencia artificial en la farmacia del futuro
Según Roca, las farmacias han experimentado ya tres grandes etapas de digitalización: la informatización corporativa (década de los 80 y 90), con la llegada de software para gestión contable, inventarios o nóminas; más tarde llegó la digitalización de las tareas de front office como atención al cliente, captación de talento, gestión de quejas, ventas, marketing; y ahora nos encontramos en la era del tiempo real, que se inicia ahora con el análisis masivo de datos para mejorar la eficiencia y personalización de los servicios farmacéuticos. El experto ha destacado que esta tercera fase cambiará radicalmente la forma en que las farmacias operan. "La ciudadanía progresivamente exigirá una nueva generación de servicios que, sin inteligencia artificial, no podrán ofrecerse", ha afirmado.
La clave estará en la capacidad de gestionar grandes volúmenes de datos en tiempo real. "El software que conocemos hoy se actualizará con IA, lo que implicará un cambio en la forma de trabajar y surgirá la necesidad de formación continua para saber utilizar las nuevas herramientas", ha advertido Roca.
Uno de los grandes desafíos de la digitalización será la gestión de los datos de salud. Roca ha señalado que en la actualidad existen tres tipos de usuarios de estos datos: el titular del dato, que suele ser el hospital o el laboratorio que lo genera; el profesional que lo utiliza para su trabajo diario, y aparecerá la figura de un mediador, que podría surgir para regular el acceso y uso de la información sanitaria.
“El farmacéutico jugará un papel clave en este ecosistema, dado su acceso directo a los pacientes y su capacidad para recopilar datos valiosos sobre su estado de salud. En un futuro, quien tenga los datos de los ciudadanos será el operador clave en salud", ha puntualizado Roca.