La Navidad se ha convertido en una fecha clave dentro de la planificación de campañas de marketing de la farmacia. Cada vez son más los usuarios que acuden a estos establecimientos sanitarios para comprar obsequios que aúnen los conceptos de bienestar y calidad farmacéutica en productos de autocuidado, cosmética o higiene.
“La campaña de Navidad es un gran momento para mejorar la experiencia de compra de los clientes, ya sean nuevos o habituales, puesto que ayuda a crear un vínculo emocional que fortalece nuestra relación con ellos”, afirma Irene Antolí, brand manager de Acofarma. Bajo esta premisa, el laboratorio pone a disposición de las farmacias un obsequio que simboliza el espíritu de estas fechas como detalle para los consumidores. “Este año hemos elegido el regalo perfecto para compartir: dos cremas de manos Vivēra, una con aroma dulce y otra con una fragancia fresca, ambas presentadas en una caja de regalo inspirada en el cuento de Navidad El Cascanueces”, puntualiza la responsable de marca.
Concretamente son las cremas en formato go de flor de cerezo y flor de té. Ambas están formuladas con aceite de almendras dulces y manteca de karité, componentes que proporcionan una hidratación profunda y mejoran la elasticidad de la piel. Además, poseen una textura suave y ligera que se une a su agradable aroma floral.
Se trata de un regalo idóneo en unas fechas en las que el frío y la sequedad dañan la barrera natural de la dermis, afectando especialmente a las manos al encontrarse muy expuestas a estos factores ambientales. El resultado es una piel más sensible, deshidratada y roja de lo habitual, por lo que es recomendable el uso regular de una crema hidratante que ayude a contrarrestar estos efectos negativos.
Las cremas vienen acompañadas de una caja automontable que en esta ocasión se centra en la magia de los cuentos. Los motivos navideños elegidos están inspirados en el El Cascanueces, uno de los grandes clásicos de esta época.
Esta acción puede reforzarse con un kit diseñado para el escaparate que ayuda a reflejar el espíritu de estas fiestas, que incluye las figuras de El Cascanueces, un abeto y una chimenea. “Es importante incluir elementos visuales y festivos que hagan destacar a la farmacia. Esto ayuda a aumentar la visibilidad de la marca y a atraer la atención de nuevos clientes. Además, sirve de apoyo para crear una experiencia de compra positiva”, afirma Antolí.
Esta iniciativa se ha convertido en una de las más consolidadas del laboratorio debido a la positiva respuesta que existe por parte de las boticas. De hecho, este año ya se han distribuido más de 1,2 millones de unidades en toda España y se prevé que esta cifra aumente significativamente al finalizar la campaña.
"Queremos ayudar a las farmacias a acercarse a sus pacientes y convertirnos en un impulso real para mejorar el día a día del farmacéutico. Este tipo de acciones representan un valor añadido para la farmacia de cara a sus clientes que les permite aumentar sus ventas, fidelizarles y ganar notoriedad”, concluye Antolí.