Con el objetivo de mejorar la atención al paciente con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), en 2021, representantes de ambas organizaciones, iniciaron esta colaboración, con la realización de una encuesta entre sus socios, para conocer en qué aspectos se podría mejorar y cómo llevarlos a la práctica con propuestas concretas a implementar en la actividad diaria de ambas especialidades.
El problema inicial de estas enfermedades es que cursan con síntomas como diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso entre otros, que “se solapan con otras enfermedades intestinales, por lo que hay que hacer un diagnóstico diferencial, normalmente desde primaria”, asegura la Dra. Mercedes Ricote Belinchón, Médico de Familia del C.S. Mar Báltico en Madrid, miembro del Grupo de Trabajo de Aparato Digestivo de SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria) e involucrada en el proyecto.
Entre los objetivos destaca el diagnóstico precoz de los casos pues “desde que el paciente detecta los primeros síntomas (que se achacan muchas veces erróneamente a comidas copiosas, más fuertes o que producen más gases) hasta que acude a consulta con su médico pueden pasar entre 1 y 2 meses, y desde esa primera consulta con el médico de atención primaria hasta la derivación a la unidad de digestivo, pasan entre 4 y 8 semanas, por lo que el diagnóstico definitivo puede tardar. Uno de los objetivos de este proyecto es evitar la demora diagnóstica, mejorando el proceso de sospecha diagnóstica y la derivación directa a las unidades de EII.” indica la Dra. Ricote.
La calidad de vida de los pacientes se ve muy mermada, afectando de manera importante a las esferas social, familiar o laboral. Con un control tanto por parte de los sanitarios como del propio paciente, puede tener una calidad de vida muy aceptable y se puede evitar un daño intestinal irreversible que, en la enfermedad de Crohn puede llevar a las resecciones quirúrgicas múltiples y en los casos más graves de colitis ulcerosa puede llevar a la necesidad de resección total del colon y la necesidad de un ano antinatura”, de ahí el papel determinante del médico de AP, que es el que mejor conoce la historia clínica y puede compartirla con el especialista para el mejor tratamiento de los pacientes.
Los resultados de la encuesta para conocer las necesidades desde atención primaria y las de los especialistas en gastroenterología permitirá definir las responsabilidades de todos los sanitarios implicados en el manejo de estos pacientes, la generación de procesos y protocolos consensuados para el diagnóstico y la derivación, logrará una mejor coordinación y participación a nivel local en jornadas comunes en las que se favorezca la integración entre ambos niveles, optimizará recursos que ya existen y permitirá incrementar el nivel de conocimiento de la patología, dando visibilidad a la enfermedad.