El dolor es uno de los síntomas más frecuentes de las diferentes patologías que se tratan en las áreas de Rehabilitación de los hospitales. Con el objetivo de ayudar a los médicos rehabilitadores en este cometido, el servicio de rehabilitación del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, con el apoyo de Grünenthal, ha editado el ‘Manual de las buenas prácticas en rehabilitación’. Este documento está orientado a exponer la Medicina del “buen hacer” y a promover la excelencia en el manejo de diferentes patologías que tratan los rehabilitadores, partiendo de la evidencia científica disponible y de la experiencia del Servicio.
El papel del médico rehabilitador es fundamental no solo en la valoración y cuantificación del dolor durante el tratamiento rehabilitador, sino en la prescripción de las diferentes alternativas terapéuticas para el manejo de estas patologías, que engloban desde el manejo farmacológico, las técnicas diagnósticas e intervencionistas, la indicación del ejercicio y la educación del paciente. Este manual, que ha sido coordinado por las doctoras Blanca Palomino y Belén Alonso, del Servicio de Rehabilitación del centro, recoge, además de un apartado específico sobre “nuevos retos en rehabilitación”, los distintos protocolos y programas de actuación de unidades multidisciplinares en los que participa el citado Servicio de Rehabilitación.
El manual es fruto de las Jornadas de 2019 para médicos Rehabilitadores, organizadas por el servicio de Rehabilitación del Hospital y dirigidas por la propia Dra. Blanca Palomino, que contaron con más de 250 asistentes. “Existe una trayectoria en nuestro hospital de organizar una Jornada con temas de actualidad en nuestro campo y posteriormente recoger esas ponencias en la edición de un libro”, detalla la especialista, quien precisa que en esta ocasión se eligió el tema de las buenas prácticas porque se quería dar a conocer el abordaje de las patologías más prevalentes en Rehabilitación, teniendo como marco de referencia la evidencia científica y la experiencia profesional , así como la dificultad que en ocasiones conlleva adaptar estos programas en la práctica asistencial.
Protocolos de las unidades multidisciplinares
Con el objetivo de evitar la variabilidad clínica, el servicio de rehabilitación del Hospital Ramón y Cajal ha desarrollado una serie de “protocolos de manejo” en las diferentes patologías que requieren un abordaje multidisciplinar que están incluidos en dicho manual.. Protocolos que se han desarrollado “con el apoyo de la evidencia científica y siempre con el fin de mejorar la calidad asistencial”, según precisan las coordinadoras.
“La especialidad de rehabilitación está presente cada vez en más procesos asistenciales. Es una especialidad muy transversal y con un creciente protagonismo en la mejora de la situación funcional y en la prevención de la discapacidad”, explica la Dra. Blanca Palomino, quien detalla que una de las primeras unidades multidisciplinarias fue la de Rehabilitación Cardiaca, que ya cuenta con una amplia trayectoria. “Ha sido el marco de referencia para la creación de nuevos protocolos o programas de rehabilitación”, apostilla.
“Actualmente contamos con programas de abordaje multidisciplinar en suelo pélvico, parálisis facial, disfagia, linfedema, fibrosis quística, orto-geriatría y es nuestra intención seguir creciendo en el marco conceptual de buenas prácticas, considerando el abordaje multidisciplinar de las distintas patologías que vemos en rehabilitación. El objetivo de estos programas es consensuar líneas de actuación y mejorar el circuito y la calidad asistencial del paciente”, continúa la Dra. Palomino.
Humanización de la asistencia
La humanización de la asistencia es un tema fundamental en el manejo del paciente, según las coordinadoras de este manual. El documento incluye un último capítulo sobre la “humanización de la discapacidad”, en el que se toma como punto de partida la experiencia de la pintora mexicana Frida Kahlo, quien vivió buena parte de su vida con un dolor incapacitante a raíz de sufrir de joven un accidente de tráfico.
“Consideramos que el abordaje clínico en la consulta debe tener en cuenta el tiempo y la atención suficiente para que el paciente conozca su problema y pueda gestionar la información facilitada en la consulta para su manejo en el domicilio”, detalla la Dra. Palomino, quien añade que la mejora en la calidad asistencial es uno de los aspectos que se debe tener en cuenta para mejorar la humanización del paciente.
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