La pasada semana se presentó vía streaming el libro La formulación magistral en la dermatología actual, un completo tratado que analiza las posibilidades que ofrece el medicamento individualizado en esta área médica. Esta edición incorpora, modifica y asocia diferentes principios activos y excipientes, además de tratar cómo abordar nuevas patologías.
Acofarma patrocina esta iniciativa como muestra de su firme apoyo a la formulación magistral, una práctica exclusiva de los farmacéuticos que permite aportar un valor diferencial a los pacientes. “Desde el primer momento, este libro ha significado un apoyo de vital importancia a la hora de desarrollar el medicamento individualizado en la farmacia”, afirma Elisabet Jiménez, Business Lead del laboratorio farmacéutico.
Uno de los aspectos más relevantes de esta edición es la implicación de los diferentes actores de la formulación dermatológica, tanto los dermatólogos que prescriben como el farmacéutico que formula. “Para ambos estamentos, la elaboración del medicamento individualizado siempre ha aportado una ventaja de vital importancia, ya que ofrece la posibilidad de modificar de forma casi ilimitada tanto la concentración del principio activo como el vehículo”, apuntó Jiménez.
En el acto participaron algunos de sus autores, como los dermatólogos Montserrat Salleras, Maribel Iglesias, Pablo Umbert, Aurora Guerra Tapia, y Francesc Llambí, farmacéutico formulista.
La aportación de la formulación
La dermatología es una de las áreas donde más se utiliza la formulación, ya que no todos los medicamentos se fabrican y comercializan según las necesidades del paciente. Para la Dra. Aurora Guerra “su uso es imprescindible para el dermatólogo si quiere hacer una práctica completa y adecuada”.
Esto se debe a varios factores, como la existencia de áreas terapéuticas huérfanas. Según la Dra. Sallera, “la principal es la mucosa oral, donde prácticamente no hay medicamentos comercializados para su uso, por lo que es imprescindible la formulación. La patología ungueal para la psoriasis es otro caso evidente donde no hay fármacos. Además, determinadas enfermedades, como el melasma, no las podríamos tratar sin formulación”.
Otra de sus ventajas es que permite su uso en dermatosis asociadas, como rosácea más dermatitis seborreica o acné más melasma. “En esos momentos recurrir a la formulación y vehiculizar en el mismo fármaco diferentes principios activos que son los idóneos para las dos patologías simplifica mucho el tratamiento para el paciente”, apunta Salleras.
Con respecto a las áreas donde más se utiliza actualmente, destaca la patología capilar, donde las formulaciones con principios activos como minoxidil han obtenido unos excelentes resultados. A esto se unen otras como la cosmética, sobre todo en temas relacionado con el antienvejecimiento o para preparar la piel para otros tratamientos de medicina estética, como el láser.
Francesc Llambí destacó durante su intervención que en los últimos 8-10 años se ve un claro incremento de recetas en el ámbito privado y una disminución en el público debido a unas causas muy concretas.
Para solucionarlo señaló que sería necesario abrir los petitorios de la Seguridad Social a las nuevas moléculas, ya que prácticamente no se ha actualizado desde el año 2005, lo que acarrea un desfase muy importante. “Esto hace que el prescriptor se sienta cómodo en el ámbito privado, pudiendo prescribir los principios activos que considere oportunos, mientras que en el público se ve restringido”. Por otro lado, habría que abrir la receta electrónica a más prescripciones y permitir personalizar los tratamientos a través de este sistema.