El 22 de abril es el Día Internacional de la Madre Tierra, y qué mejor manera de celebrarlo que indagando un poco en la huella medioambiental de nuestros productos cosméticos.
Según una encuesta reciente realizada por All things hair, el 90% de las mujeres está concienciada con el medioambiente; y casi el 80% apuesta por ingredientes naturales cuando compra cosméticos.
Apostar por ingredientes naturales y unirse a la ‘guerra al plástico’ son pasos fundamentales hacia la sostenibilidad, pero para conseguir un impacto significativo hay que ir más allá.
Hay que tener en cuenta que comprar un producto de belleza implica: la extracción de sus ingredientes, el procesado, el empaquetamiento, el transporte… Y los hábitos de belleza abarcan desde ducharse y peinarse el pelo, hasta usar toallitas desmaquillantes y tónicos faciales.
Además, el uso de ciertos productos puede suponer la aplicación de ingredientes nocivos en nuestro cuerpo, a través de componentes químicos que se usan para preservar, potenciar o imitar atributos de ciertos recursos naturales (y no para beneficiar nuestra salud).
La buena noticia es que, con pequeños cambios en nuestra rutina de belleza, podemos reducir nuestra huella medioambiental considerablemente a la vez que cuidamos mejor de nuestro cuerpo.
- Controla el uso de agua
El ser humano no puede sobrevivir sin beber agua. Un recurso natural que, aunque parezca mentira, es de los más escasos. El 97.5% del agua está en mares y océanos (demasiado salada para nuestro consumo); y el 2.5% restante está en los casquetes polares, que es el agua que utilizamos.
Pero no solo usamos agua para beber, sino también para lavar cosas, ducharnos, para hacer ropa, para la producción de cultivos… Sin lugar a dudas, reducir el consumo de agua disminuye nuestra huella medioambiental (además de suponer un ahorro).
Dejar de lavarte el pelo todos los días, además de ser bueno para el medio ambiente, es bueno para ti. El cuero cabelludo se encarga de distribuir aceites naturales que debemos aprovechar, como la queratina, que es una proteína que nuestro cuerpo produce de manera natural. Si nos lavamos el pelo muy a menudo, los estaremos desperdiciando.
- Apuesta por productos naturales y ecológicos
Los cosméticos están repletos de una constelación de sustancias químicas que, según algunos expertos, podrían estar relacionadas con problemas de salud.
Por ello, debemos buscar productos elaborados principalmente con ingredientes naturales (es decir, aquellos que no han sido creados en un laboratorio); y que hayan sido elaborados éticamente (que, por ejemplo, no hayan sido testados en animales).
Es cuestión de acostumbrarse a echar un vistazo más amplio al producto. No todos los ingredientes multisilábicos son nocivos; eso sí, cuantos menos ingredientes tenga más natural será (y mejor será para ti y el medio ambiente).
En los productos, los ingredientes siempre están ordenados por volumen de concentración. Por ello, los componentes naturales (aquellos formulados exclusivamente con agua y aceites vegetales) deben encabezar la lista.
¿En qué se diferencian los productos ‘naturales’ de los ‘ecológicos’ y ‘biológicos’?
- Los productos naturales tienen que tener al menos un 50% de ingredientes naturales para denominarse como tal.
- Los productos con sellos ecológicos y biológicos deben tener al menos un 95% de ingredientes naturales.
Aparte de buscar ingredientes naturales, hay que evitar productos que tengan:
- Parabenos. Aunque estén presentes en pequeñas cantidades, son muy nocivos. Se usan principalmente para que el producto aguante más tiempo.
- Sulfatos: Los sulfatos se utilizan como agentes limpiadores, ya que ayudan a disolver la suciedad y los aceites de manera muy efectiva; y son los responsables de crear la espuma.
Hay que tener en cuenta que la espuma no es sinónimo de limpieza y, aunque parezca difícil, renunciar a la espuma es un precio razonable para tener un pelo y un cuero cabelludo más saludables.
Algunos de los sulfatos más frecuentes en productos de belleza son: Sodium Laureth Sulfate, Thriethanolamine Lauryl Sulfate o Ammonium Lauryl Sulfate.
- Derivados del petróleo (como petrolatum, parafinas, siliconas o aceites minerales). Estos ingredientes se usan, por ejemplo, para generar brillo y volumen en el pelo; pero, al no tener un efecto reparador, pueden producir el efecto contrario.
También se usan para taponar los poros y disminuir así la pérdida de agua (lo que es contraproducente, ya que impide que el cuerpo elimine las sustancias de desecho de manera natural).
Estas son algunas de las siliconas más utilizadas: Cyclomethicone, Cyclopentasiloxane, Dimethicone, Dimethiconol, Amodimethicone o Siloxane.
- Elige productos multitarea
Otro cambio que debemos plantearnos es buscar productos multitarea, como por ejemplo, buscar un limpiador que también exfolie. Esto reduce el consumo de energía y de materiales, y además agiliza nuestra rutina.
- Apuesta por envases reciclables
Sin duda, elige aquellas marcas que apuestan por envases reciclables. El plástico es muy barato de producir, por ello se utiliza tanto, pero es uno de los principales contaminantes de nuestro planeta. Hay que apostar por marcas que se preocupan por el medio ambiente y optan por envases reciclables o usan otros materiales.
Así de primeras pueden parecer muchas cosas a tener en cuenta, pero no es más que un cambio de hábitos. Una transición que será muy gratificante, ya que conseguirás cuidar mejor de tu cuerpo, y del medioambiente.
Fuente: All things hair
Imagen de ejaugsburg de Pixabay