LETI Pharma, compañía experta en el cuidado de la piel de toda la familia, ha llevado a cabo tres estudios clínicos para abordar los daños que provoca el uso de las mascarillas sobre distintos tipos de piel.
El uso de mascarillas protectoras frente a la infección por SARS-CoV-2 ha demostrado servir como un medio de control para reducir la propagación de la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, uno de los efectos colaterales de su uso es que pueden afectar negativamente a la piel del rostro.
Este efecto oclusivo provoca una alteración del microambiente de la piel aumentando su humedad y, por lo tanto, alterando la barrera cutánea. El resultado es la aparición de irritaciones, xerosis, rojeces o empeoramiento de patologías preexistentes como la dermatitis atópica y la rosácea.
Ante esta situación, el laboratorio LETI Pharma ha impulsado tres estudios clínicos en piel sana, en piel sensible y con rojeces y en piel atópica, en los que, bajo control dermatológico, ha evaluado la eficacia de determinados productos de su gama dermatológica, tanto en el control como en el cuidado de estos nuevos problemas cutáneos.
Control de la sequedad, prurito, irritación en la piel sana
El primer estudio se ha llevado a cabo con 20 adultos voluntarios -incluyendo a sanitarios- que utilizan mascarilla de 6 a 8 horas seguidas y 20 niños voluntarios de edades comprendidas entre los 6 y los 16 años que hacen uso de este material protector de 4 a 6 horas seguidas. En ambos grupos se seleccionó a personas con piel normal y piel sensible y con síntomas de sequedad, irritación y rojez debido al uso de las mascarillas.
Los participantes en el estudio se aplicaron durante 15 días LETIbalm peribucal en el área perioral y en las mejillas dos veces al día, 30 minutos antes de llevar la mascarilla, para evaluar la eficacia y la tolerancia del producto a la hora de proteger la piel y controlar la fricción de la mascarilla facial. Tras 15 días de uso del producto, se comprobó, bajo control dermatológico, que el 100% de los voluntarios presentaba una mejora del estado de la piel y una reducción global de las reacciones iniciales.
Los voluntarios notaron una reducción del prurito, una mejora de la sequedad y una reducción del rozamiento en nariz y mejillas. Además, todos los participantes toleraron bien el uso del producto.
La piel sensible y con rojeces sufre las consecuencias de la mascarilla
Otro de los estudios de LETI Pharma se ha desarrollado a partir de una muestra de 40 mujeres adultas con eritrosis, cuperosis y/o rosácea subtipo I que usan la mascarilla durante 7 u 8 horas al día. El 85% de las voluntarias había notado un empeoramiento de su rosácea por el uso de la mascarilla. Las participantes siguieron una rutina diaria facial de 45 días con la gama para pieles sensibles y/o con rosácea, LETISR. Por la mañana, tras una limpieza con LETISR agua micelar, se aplicaron LETISR serum antirojeces y LETISR crema antirojeces 30 minutos antes de ponerse la mascarilla protectora, y por la noche, después de una limpieza con LETISR agua micelar, se aplicaron LETISR serum antirojeces.
Tras 45 días, se efectuó una evaluación clínica de diferentes parámetros. El abordaje para la rosácea con los productos de LETISR demostró ser efectivo en la disminución del eritema, la mejora de las telangiectasias, la disminución de la irritación y del prurito. Además, se redujeron los síntomas iniciales y se detectó una mejora general del estado de la piel.
Tras la evaluación dermatológica y la no aparición de comedones, se concluye que la rutina LETISR mejora el empeoramiento de los síntomas de la rosácea debido al uso continuado de la mascarilla. Además, el 95% de las mujeres confirman que los síntomas de su rosácea mejoran a pesar de continuar utilizando mascarilla gracias a la rutina LETISR de día y de noche. Los productos son no comedogénicos.
Las mascarillas, enemigas de la dermatitis atópica
El tercer estudio impulsado por LETI Pharma se ha centrado en pacientes con problemáticas ya existentes como la piel atópica. El uso prolongado de la mascarilla en estas personas puede provocar un empeoramiento de síntomas como el prurito.
Para este estudio clínico, LETI Pharma ha seleccionado a 20 voluntarios (10 niños, con edades comprendidas entre 6 y los 16 años, y 10 adultos) cuya piel tuviera tendencia atópica y que, debido al uso de la mascarilla durante 6-8 horas seguidas en adultos y 4-6 horas en niños, presentara al menos alguno de los siguientes signos o síntomas: sequedad, irritación/rojez, prurito, rozaduras en nariz y mejillas o descamación en el área perioral y en las mejillas para evaluar la aceptabilidad, eficacia subjetiva y tolerancia de LETIAT4 facial. Durante 15 días, todos los voluntarios se aplicaron LETIAT4 facial dos veces al día en el área perioral y en las mejillas 30 minutos antes de ponerse la mascarilla y por la noche.
A los 15 días se efectuó una evaluación dermatológica y pediátrica del estado de la piel. Tras la aplicación del producto , se observó en todos los voluntarios una mejoría en la piel con tendencia atópica y una reducción en las reacciones iniciales. Además, se evidenció una mejora de la hidratación y de la irritación y una disminución de la necesidad de rascado.
La mayoría de los voluntarios notó una mejora de la sequedad de la piel, de la descamación y de la tirantez y una mejora del rozamiento en el área de las mejillas y de la nariz siendo más agradable el uso de la mascarilla.
Imagen de Juraj Varga from Pixabay