El trabajo, los niños, el deporte, el llegar tarde… Nuestro día a día es una carga suficiente para nuestras articulaciones y más aún cuando nuestro organismo ha estado tres meses parado o semi parado debido al confinamiento. Por tanto, ahora tenemos que atender a qué nos responde nuestro organismo.
¿Qué podemos hacer para poder cuidar más a nuestras articulaciones?
Adaptar nuestras exigencias físicas a nuestro tiempo y preparación: Hemos de ser conscientes en que punto físico nos encontramos y de acuerdo a ello cuidar a nuestro cuerpo para no sufrir un desgaste excesivo. En este punto incorporamos no solo el deporte, sino nuestro día a día.
Utilizar artículos ortopédicos que nos ayuden a cuidar más nuestras articulaciones. Aconsejado por nuestro farmacéutico de confianza, el cual nos ayudará a determinar nuestra necesidad en concreto, nos aconsejará un tipo de articulo ortopeda que nos mejore la movilidad y disminuya las molestias o las prevenga: Rodilleras, estabilizadores, almohadillas plantares, protectores… La industria farmacéutica innova día a día para que sean productos exigentes tanto en calidad, servicio y precio. Algunas marcas tienen un gran prestigio, calidad y experiencia en este campo.
Asegurar que nuestra alimentación es la adecuada. El sobrepeso es una causa de lastrar a nuestro organismo de mayor peso del que pudiera soportar. Si cuidamos nuestra línea, estaremos ayudando a nuestras articulaciones inferiores. Tener unos hábitos alimenticios correctos y saludables además de realizar ejercicio físico de manera moderada, pero regular día a día. Os aconsejamos que os dejéis guiar por un nutricionista titulado, el cual os recomendará de manera personalizada como llevar a cabo una alimentación saludable que no os haga “pasar hambre”, y que aseguremos que la ingesta es la suficiente para cumplir las necesidades energéticas que necesitamos.
¿De que se compone unos hábitos alimenticios correctos?
Esta parte es totalmente personalizable, ya que nuestro día a día es diferente depende de que esté compuesto, pero en líneas generales podemos afirmar:
¡Que abunde la fruta y verdura! Incorporar 5 piezas en todo el día, distribuida en todas las raciones, priorizando la variedad (no repetir siempre la misma).
¡Cuidado con las técnicas de cocinado! Descartaremos cualquier técnica de cocinado como guisos, rebozados y otras que contengan mucha cantidad de aceite y otras grasas saturadas
¡Bollería, alcohol y embutidos acceso restringido! Estos alimentos poseen, en su gran mayoría, grasas que el cuerpo no puede metabolizar y las almacena, y esto es lo que nos ayudará a “perder la línea”. El consejo general es limitar al máximo su consumo, y si se hace saber por qué y qué estamos ingiriendo.
Asegurar ingesta de líquidos (y no alcohol Asegurar que bebemos a lo largo del día unos 2-2.5 litros de agua. Cuidado con las bebidas azucaradas, alcohol y excitantes como el té/café.
¿Existen complementos alimenticios que nos ayuden?
Por supuesto, hay diferentes productos que se aconsejan, siendo siempre recomendable dejarnos guiar por el consejo de nuestro farmacéutico y nutricionista. El primer consejo que os aporto es que debemos de cumplir el paso comentado anteriormente, que es asegurar que hemos o tenemos unos hábitos de vida saludables (nutricionales y físicos), para posteriormente buscar un “plus” en suplementos deportivos o complementos alimenticios. Por otra parte, os aconsejo que siempre os dejéis aconsejar de profesionales sanitarios, como farmacéuticos / nutricionistas titulados, los cuales están formados y autorizados para poder aportaros estos consejos. Hablaremos de varios, pero es un campo en el que se están produciendo avances para descubrir nuevos productos que amplifiquen y mejoren la disponibilidad de productos en las farmacias.
Existen medicamentos, los cuales necesitamos la prescripción y decisión anterior de un médico, los cuales están indicados para paliar el dolor, sea leve o moderado. Aquí señalaremos complementos que no son necesarias recetas médicas y en la oficina de farmacia nos pueden aconsejar dependiendo de nuestras circunstancias personales.
Condroitina
Puede utilizarse en pacientes con osteoartritis, debido al envejecimiento y al desgaste y rotura en una articulación. Un estudio realizado en Cochrane nos confirma que:
La condroitina puede mejorar levemente el dolor a corto plazo (menos de seis meses).
La condroitina mejora el dolor de la rodilla en el 20% en un número ligeramente mayor de pacientes;
La condroitina es probable que mejore ligeramente la calidad de vida medida según el índice de Lequesne (medida combinada de dolor, funcionalidad y discapacidad);
La condroitina tiene poca o ninguna diferencia en cuanto a eventos adversos y eventos adversos graves versus otros agentes.
La condroitina desacelera ligeramente el estrechamiento del espacio articular en las radiografías de la articulación afectada.
Este compuesto forma parte de medicamentos (los cuales necesitan receta) pero también los encontramos en productos que no lo necesitan, con una dosis menor, los cuales dependiendo de las molestias pueden ser un complemento perfecto para pequeñas molestias.
Glucosamina
La glucosamina nos ayudará a recuperarnos antes, y soportar la fatiga de manera que podamos volver a someter a ese esfuerzo a nuestro cuerpo, disminuyendo procesos inflamatorios asociados a desgaste articular, estando aún en estudio su mecanismo de acción. Ha demostrado regenerar el líquido sinovial y el cartílago, afectando a que se mantenga en la concentración adecuada para prevenir que haya un excesivo desgaste.
Harpagofito
Planta Harpagophytum procumbens de origen africano también conocida como raíz de Windhoek por su procedencia geográfica. Indicada como antiinflamatorio en afecciones reumáticas degenerativas, artritis, tendinitis y otros dolores. También como antipirético, estimulante del apetito y tónico amargo.
Cúrcuma
Planta Cúrcuma longa L. procedente de Asia. Se conoce como especia aromática, utilizada para aderezos en la cocina, pero recientemente se ha incluido como componente de complementos alimenticios dentro de nuestras farmacias.
Los responsables de la bioactividad de la cúrcuma son los curcuminoides, especialmente la curcumina, compuesto fenólico del metabolismo secundario, es decir de la transformación que se produce en nuestro organismo al ingerir la cúrcuma. La curcumina posee efectos como la reducción de inflamación en caso de artritis, prevención de arteriosclerosis, efectos hepatoprotectores, distrés respiratorios y alivio de problemas gastrointestinales, afecciones de la piel como psoriasis o eczemas, prevención de cáncer y capacidad antioxidante (VISTEL VIGO et al., 2003).
También es capaz de aliviar problemas inflamatorios relacionados con esclerosis múltiple, artritis reumatoide y psoriasis al modular la señal de las citoquinas, un tipo de moléculas proinflamatorias. Un estudio con 45 pacientes que padecían artritis reumatoide, un tratamiento con dosis de 500 mg al día de curcumina les redujo significativamente los niveles inflamatorios sin causar efectos adversos (CHANDRAM y GOEL, 2012).
Resumiendo:
Hemos de asegurar que cumplimos los hábitos saludables, basadas en seguir hábitos nutricionales saludables y realizar ejercicio físico leve o moderado, pero de manera regular.
Ayudarnos de productos ortopédicos que nos ayuden a prevenir el dolor o molestias o que lo minimicen si ya lo sentimos dicho dolor.
Tener en cuenta complementos, como la condroitina, glucosamina, harpagofito y curcumina.
Artículo por Álex de Anca