Nuestro colaborador Ishoo Budhrani entrevista al cosmólogo-formulador y Doctor en Nanomedicina Árturo Álvarez, que nos cuenta su andadura en redes sociales además de ofrecernos algún que otro consejo para sacarle partido sin perder la esencia principal del boticario: el cuidado de la salud.
Entrevista publicada en Farmaventas nº 162
¿Quién es Arturo?
Tengo 36 años, soy de Bilbao. Me licencié en Química en la Universidad del País Vasco. Posteriormente realicé un máster en Biomedicine y acabé por doctorarme en Nanomedicina en liberación de fármacos de manera controlada y dirigida en células tumorales (colon y dermis). Tras realizar el doctorado gané una Beca Marie Curie y elegí Portugal como destino para desarrollar el proyecto de Investigación. Una cosa llevó a la otra y acabé profundizando más en el área dermatológica. Durante este proceso evolucioné más en la investigación oncológica en las áreas de dermo y digestivo. Una cosa llevó a la otra y acabé profundizando más en el área dermatológica y realicé un máster en formulación y dermofarmacia. A raíz del grupo de investigación en esta área siempre he estado unido a empresas de principios activos y de marcas de cosmética y productos dermatológicos lo que me ha llevado a aumentar mi experiencia en el ámbito de la formulación cosmética y a manejar los principios activos con mimo y con pasión. Esto unido al trato con pacientes del área de la medicina estética y de la mano de personas como mi colega de trabajo y amiga la Dra. Rubira me ha llevado a amar este mundo.
Si tuviera que hacer un resumen de los beneficios actuales de las redes sociales y los perfiles que son recomendables a día de hoy, ¿cuáles serían?
Para mi, algo de lo más satisfactorio que me han proporcionado las redes sociales ha sido el poder llegar al público final, a poder explicarles los porqués de la cosmética, las razones de los principios activos y sobre todo a evitar morder la manzana que muchas veces el marketing nos pone delante de los ojos. Por otro lado el conocer a muchísimos farmaceúticos y médicos que desarrollan la actividad de la dermofarmacia y la estética con pasión y sobre todo con el respeto que una ciencia como la cosmetología merece. He investigado la química más ingrata y también las más emocionante. He investigado en el área oncológica, y solo puedo decir que la ciencia cosmética es tan noble y respetable como cualquier otra ciencia. Así que me quito el sombrero ante todos esos profesionales que la respetan y conocen.
¿Cuál cree que es la clave de su éxito en las redes sociales?
Me hace gracia eso del éxito. Pero la clave de que tenga una cantidad de seguidores importantes creo que es la honestidad. El no estar casado con nada ni con nadie. Aunque existe la falsa idea de que poseo una marca, en absoluto, formulo para marcas y presto servicios como mucha otra gente, pero jamás me caso con ninguna marca y creo que ahí está la clave, me gustan productos de muchas marcas productos de 200 euros y productos de 4. Si los recomiendo es porque confío en esas fórmulas y porque creo que su precio lo merece. Creo que tenemos que ser honestos y humildes y admitir que muchas veces hay productos mucho mejor formulados que los nuestros y si el cliente final puede permitírselos velar por sus intereses y no por los nuestros propios.
Para una oficina de farmacia, ¿cuáles serían los cuatro tips principales para una buena linea de redes sociales?, y ¿a modo individual?
No tengo oficina de farmacia y en eso me cuesta opinar, pero mi experiencia con el sector farmaceútico al cual aprecio muchísimo es que la gente confía en la persona que está dando la cara por su farmacia. Existen muchas páginas de venta de productos de dermofarmacia, pero el cliente final quiere saber quién es esa farmacia, quién está detrás de ella y sobre todo poder llamar por su nombre al profesional y responderle sus dudas. El mundo online puede ser muy frío si no lo humanizamos. Y por lo que veo, la clave del éxito del canal farma en la venta online es ese, una cara, una voz, una nota escrita con cariño.
La patología oncológica es muy amplia, así, como los efectos secundarios que a cada paciente se le genera por el tratamiento. ¿Cómo suele afectar a nivel dermatológico este efecto secundario?
Teniendo en cuenta que la piel es un órgano más y el mayor de nuestro organismo se ve altamente afectado por todos los desórdenes que la quimioterapia provoca a nivel sistémico. Normalmente la pieles sufren afecciones como la radiodermitis asociada a la radioterapia y las afecciones asociadas a la quimioterapia. Entre todas esas afecciones encontramos la xerosis o piel extremadamente seca, el prurito, irritaciones extremas, hiperpigmentaciones, ulceraciones cutáneas, mucositis, pérdida del cabello y vello facial y alteraciones en las uñas. Todo ello debe ser tratado con precaución y con cuidado desde el inicio para evitar complicaciones asociadas a los efectos adversos del tratamiento.
¿Cuáles serian las pautas a seguir en un paciente oncológico a nivel de su rostro, cabello, y su cuerpo, para poder paliar este efecto?
Las pautas principales son cruciales y hay que tener en cuenta el tipo de tratamiento recibido, pero a modo general se recomiendan siempre cosméticos libres de perfume, altamente emolientes, nutritivos e hidratantes. Cremas con un alto contenido en factores naturales de hidratación, ceramidas para restaurar el estrato corneo, activos regenerantes (no exfoliantes ni retexturizadores), limpieza con productos sin detergente (corporal y facial), champús para cueros cabelludos sensibles. Extremar la protección solar y evitar la luz solar directa sobre la piel ya que la gran mayoría de agentes quimioterapeúticos son hipersensibilizantes. En estos caso evitaría siempre las rutinas comunes con activo antiedad y centraria todo el esfuerzo del paciente en extremar las precauciones y cuidar la piel con hidratación y nutrición extremas, ya habrá tiempo de embellecerla.
¿Existen diferencias entre la mujer y el hombre a la hora de tener un efecto secundario oncológico y para su cuidado? Si tuviera que recomendar una rutina facial femenina y otra masculina del paciente oncológico, ¿cuáles serían?
Aquí existe cierta controversia, pero es cierto que la piel masculina se ve menos afectada a nivel dermatológico que la femenina. La piel masculina es más gruesa y fuerte, su estrato corneo más abundante y su dermis y epidermis, por lo general, más gruesas y con más lípidos. Pero no haría una diferenciación muy extrema en las rutinas cosméticas, tal vez incluiría productos con menos agentes nutritivos en la piel masculina y aumentaría los niveles de hidratación. Tenemos que recordar que una piel deshidratada claudica de cualquier otro principio activo que utilicemos.
¿Qué opina sobre el cáncer de piel?
Opino que es un tipo de tumoración poco respetada y por lo general fácilmente prevenible. Mucha gente, aún sabiendo los efectos nocivos de la alta exposición solar, prefiere verse bronceada (y enferma) hipotecando su salud y provocando que aparezcan fallos genéticos en sus células dérmicas que den lugar a diferentes tipos de tumores. Es muy común oir que un cáncer de piel no mata y todo lo contrario, un melanoma es altamente agresivo y rápido. Lo que puede ser una simple mancha irregular, asimétrica y de diferentes colores y de pequeño tamaño puede conducirnos a situaciones muy muy peligrosas y letales. Hay que respetar mucho a la piel y protegerse del sol y sobre todo, obviar opiniones absurdas sobre el cáncer asociado al SPF… no deja de ser una esquizofrenia colectiva.
¿Nos podría dar tips, para poder llevar a cabo una buena atención farmacéutica en oncología, tanto a nivel personal como dermatológico?
El paciente oncológico tiene que ser escuchado por el profesional sanitario. Entendido y tratado con normalidad. De nada sirven frases como “todo saldrá bien” “mi madre tuvo y salió” “¿Como te sientes?” “Verás que todo pasa” porque en ese estado el paciente tiene miedo y quiere normalidad. De nada sirven las frases de apoyo y ánimo porque el paciente en ese momento tiene miedo propio, angustia y ansiedad y no le van a calmar las experiencias ajenas ni las frases de apoyo, porque existen casos de éxito y también de fracaso. Puedo estar pareciendo muy duro, pero hay que escucharle, prestarle atención, dejar que se desahogue y cuente lo que siente y como se siente y simplemente que note y sienta al profesional farmaceútico ahí, a su lado. Como profesional y como apoyo sanitario, dando normalidad a su enfermedad y con una actitud inquebrantable. Estoy aquí para atenderte, para escucharte, para preguntarte como te sientes y para que cuentes conmigo en lo que necesites. Y eso también supone un esfuerzo para el profesional farmaceútico.