Durante el verano alcanzamos temperaturas muy extremas. Y, por este motivo, es más importante que nunca que las personas vulnerables se resguarden y se cuiden. Hablamos de niños pequeños, población mayor, y, en especial, de personas con enfermedades crónicas. Con el calor, pueden acentuarse o empeorar algunos síntomas; incluso, enfermedades que están controladas, pueden desestabilizarse.
Las personas que, en su día a día, conviven con una enfermedad cardiovascular, respiratoria, metabólica, como, por ejemplo, la diabetes, o algún trastorno mental, como la depresión, deben potenciar el autocuidado activo durante estos meses. Además de contar con una red de apoyo que contemple profesionales sanitarios y entorno cercano, familiares y/o amigos, al que poder recurrir en caso de necesidad o descompensación de la enfermedad.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Autocuidado, que tiene lugar el 24 de julio, Mar Santamaria, farmacéutica y Responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, comparte los consejos esenciales para conseguir un máximo bienestar a través del autocuidado perfecto durante una de las épocas más delicadas del año.
Guía de actuación para el mejor autocuidado este verano
- Es necesario cuidar bien el aspecto de la hidratación. Por ejemplo, las personas que toman medicación para trastornos psiquiátricos pueden ser propensas a una deshidratación más rápida. Conviene, por tanto, mantener una ingesta adecuada de agua durante el día, así como evitar las bebidas alcohólicas al máximo y el exceso de cafeína.
- Las comidas semisólidas y frecas, como el gazpacho y las cremas frías, también aportan una buena dosis de hidratación y son deliciosas para tomar habitualmente en esta época del año. Así como las frutas jugosas(sandía, melón, melocotones, frutos rojos...) y las hortalizas (como el pepino, el calabacín, las verduras de hoja verde, los tomates...), un grupo de alimentos que tiene que estar presente en cada comida del día.
- Para prevenir golpes de calor y deshidratación, debemos protegernos del sol adecuadamente: evitar salir durante las horas más calurosas y a pleno sol. Así como mantener el domicilio bien ventilado (bajando persianas durante las horas centrales del día para mantener el hogar más fresquito). Si en casa no disponemos de espacios con aire acondicionado, podemos refugiarnos en instalaciones climatizadas de uso público, en parques (en las sombras), etc. El uso de sombrero, gafas de sol y protector solar, ¡es imprescindible!
- En casa o de viaje, procuraremos conservar la medicación pautada en el lugar más fresco y seco posible, alejado de fuentes de luz y de calor.
- En el caso de pasar mucho calor y empezar a encontrarnos mal, sentir mareo, mucha sed, debilidad y/o dolor de cabeza, debemos resguardarnos en un lugar fresco y solicitar ayuda.
El autocuidado es fundamental para mantener una buena salud, tanto física como mental, así como para prevenir enfermedades y controlar las ya existentes. Un buen autocuidado promueve el bienestar emocional, incrementa la productividad y mejora la autoestima y las relaciones personales, además de contribuir a una vida más larga y de mayor calidad.
Así pues, el autocuidado es esencial para una vida saludable, equilibrada, productiva y feliz.