Se recomienda su utilización combinada con el cosmético habitual. Es decir, con la crema de rostro, crema corporal o incluso con el champú. También es adecuado para el pelo, ya que usado con regularidad, el aceite de jojoba aporta flexibilidad, hidratación, brillo y suavidad al cabello. Es un excelente acondicionador, que regula la grasa y, por lo tanto, contribuye a evitar su caída. La Jojoba es una planta autóctona de las regiones desérticas del sudoeste de Estados Unidos y del noroeste de México. De sus semillas se extrae un aceite que, cuando es puro, tiene un color brillante, dorado. A diferencia de otros aceites, no tiene triglicéridos, por lo que es estable y no se oxida.
El aceite de jojoba es estructural y químicamente muy similar al sebo humano producido por las glándulas sebáceas de la piel. Contiene vitamina E, que previene el daño de los radicales libres y, por tanto, la oxidación de la piel. Además, contiene ácido linoléico y hasta un 96% ceramidas que le confieren un aspecto denso y untuoso. Los indios americanos, atribuyéndole propiedades mágicas, utilizaban la jojoba como restaurador y acondicionador del cabello, alimento, medicina e incluso como protector de la piel frente a las fuertes radiaciones solares del desierto. FV
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