El 23 Congreso Nacional Farmacéutico, que se celebrará del 7 al 9 de febrero en el Palacio de Congresos de Valencia, capital verde europea, será un congreso sostenible. El impacto medioambiental de la asistencia de los más de 2.000 congresistas que acudirán al evento científico se minimizará a través de varias acciones y además se compensará.
En concreto, la iniciativa, que contará en el marco del congreso con el apoyo de CaixaBank como entidad de referencia en el ámbito de la sostenibilidad, incluye el uso de materiales reciclables, catering de proximidad, alojamientos cercanos y desplazamientos en transportes sostenibles.
Además, está prevista la medición de la huella de carbono del evento y su compensación a través de un proyecto oficial del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que consistirá en la reforestación de los Montes El Castro y las Tajuqeras en el Rincón de Ademuz (Valencia).
“Los farmacéuticos estamos comprometidos con la salud de las personas y eso inevitablemente incluye comprometerse también con la salud del planeta. No puede haber personas sanas en un planeta enfermo y por eso hemos decidido que el Congreso Nacional fuera un congreso sostenible, porque protegiendo el planeta estamos ejerciendo también nuestra labor como sanitarios”, ha dicho Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos.
Una estrategia para proteger el medio ambiente y la salud
La iniciativa de compensación de la huella de carbono del 23 Congreso Nacional Farmacéutico se enmarca en la Estrategia Social y de Sostenibilidad de la Profesión Farmacéutica, que ha incluido un programa de Medioambiente y Transición Ecológica con el objetivo de ayudar en la protección del plantea, en el marco del concepto one health (una sola salud), que propugna la necesidad de proteger la salud del medio ambiente, la de los animales y la salud humana, por la estrecha relación que existe entre las tres.
Dentro de este programa, la profesión farmacéutica ha adoptado ya numerosas iniciativas como la adhesión del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos a la plataforma Sanidad #PorElClima, el reconocimiento a las mejores iniciativas medioambientales en los premios Farmacéuticos ODS o la reciente incorporación de aspectos medioambientales al Código de Deontología de la Profesión Farmacéutica.
Además, el I Barómetro Social de la Farmacia ha mostrado que el 6% de las casi 600 iniciativas sociales emprendidas por las farmacias y recogidas en este documento son medidas de carácter medioambiental. Entre todas ellas, destaca la participación de las 22.000 farmacias en el sistema SIGRE para la recogida y reciclado de envases y restos de medicamentos, una iniciativa con más de dos décadas de trayectoria que está permitiendo a los ciudadanos depositar con facilidad sus restos de medicamentos en el Punto SIGRE de las farmacias para su correcto tratamiento medioambiental.
Finalmente, como parte de los objetivos perseguidos con el programa “Medioambiente y transición ecológica” y de las obligaciones deontológicas recogidas en el renovado código, la red de farmacias se ha constituido como una red de impacto positivo medioambiental, aprovechando el efecto multiplicador de las 22.220 farmacias y de los 56.500 farmacéuticos comunitarios para convertirlos en auténticos focos de concienciación y sensibilización ciudadana sobre la importancia de preservar el medioambiente para proteger nuestra propia salud.