Si bien lo más aconsejable es mantener una buena alimentación durante todo el año, lo cierto es que el verano es una época en la que se pierde la rutina y muchos de los buenos hábitos alimentarios que se han seguido durante el curso, especialmente en niños y adolescentes. Se alteran los horarios, se cometen algunos excesos y no se realiza ejercicio con la misma frecuencia e intensidad.
“La adolescencia es una etapa de riesgo de excesos y deficiencias nutricionales”, alertan desde el Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (CODINMA), por lo que hay que prestar especial atención a la alimentación en este período. Sin embargo, no hay que alarmarse, “septiembre puede ser un buen mes para reestablecer las rutinas perdidas” indican los expertos del CODINMA.
Según los Dietistas-Nutricionistas, el comportamiento alimentario del adolescente está determinado por numerosos factores externos: características familiares, amistades, valores sociales y culturales, medios de comunicación, conocimientos nutricionales, experiencias y creencias personales; e internos: características y necesidades fisiológicas, imagen corporal, preferencias y aversiones en materia de alimentación, desarrollo psicosocial y salud.
Por estos motivos, “hay que intentar generar un ambiente saludable en el entorno de los niños y adolescentes para que crezcan con unos buenos hábitos de alimentación”, añaden.
¿Qué factores influyen en la elección de un alimento?
Los factores que más influyen en la elección de un alimento, según el CODINMA, son: el sabor; la familiaridad/hábito; el que se trate de un alimento saludable; hacer dieta y la saciedad. Por ello, “uno de los aspectos más importantes es que desde pequeños, en casa, se les ofrezcan alimentos saludables”. Entre otros, se encuentran las frutas, verduras, legumbres, cereales y huevos.
Respecto a las formas de preparar estos alimentos, los Dietistas-Nutricionistas del CODINMA aconsejan cocinarlos a la plancha, al horno o al vapor, y usar especias o aliños que les resulten agradables al paladar de los jóvenes, “porque disfrutar de la comida es fundamental”, añaden.
Además, los Dietistas-Nutricionistas recuerdan otros hábitos que ayudan a establecer buenos patrones de alimentación como son evitar la televisión, el móvil, consolas, etc. cuando se esté comiendo; comer en compañía, preferentemente de la familia, siempre que se pueda; participar en la preparación de la comida y ayudar a hacer la compra.
Qué consumir y en qué cantidades
Los Dietistas-Nutricionistas destacan el hecho de que un gran número de adolescentes no cubre las recomendaciones diarias de consumo de alimentos. Según la Pirámide NAOS propuesta por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, llevar una alimentación saludable consiste en consumir a diario frutas, verduras, hortalizas, cereales, productos lácteos y aceite de oliva; varias veces a la semana se aconseja ingerir pescados, legumbres, huevos y frutos secos.
Y ante cualquier duda que pueda surgir, el CODIMNA recomienda y aconseja acudir a los expertos, ya que “la labor del Dietista-Nutricionista es fundamental para el adecuado tratamiento nutricional de niños y adolescentes”.