A principios de la década de los noventa el 41% de los nuevos medicamentos se originaban en Europa, mientras que en el periodo 2017-2021, sólo fueron el 21%. La explicación de este cambio es la apuesta por la inversión en I+D en los últimos años. En el periodo 1990-2020, mientras que la inversión en I+D farmacéutica en Estados Unidos se multiplicó casi 11 veces (pasó de representar un 33,6% de la inversión total a un 50,2%), Europa sólo la multiplicaba por 5 (lo que nos hizo retroceder de un 48,8% a un 32,0%). En el caso de China, por el contrario, la inversión ha pasado, en el periodo 2000-2020, pasando de un 0,5% a un 8,0%. Así lo ha explicado la directora general de la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia), Nathalie Moll, en el XXII Encuentro de la Industria Farmacéutica Española que organiza estos días Farmaindustria en la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.