Cada vez son más las personas que confían en la oficina de farmacia para cuidarse. Ya sea por dentro o por fuera, por salud o por belleza, las directrices que farmacéuticos y técnicos ofrecemos desde la oficina de farmacia, son reconocidas como un consejo profesional indefectible. Esto, añadido al acompañamiento para empoderar al paciente en su adherencia a los tratamientos, resulta un conjunto que suma un valor añadido esencial, algo que debemos valorar y cuidar. Las motivaciones para cuidarnos pueden cambiar, la profesionalidad en nuestro servicio nunca lo hace.
Artículo escrito por Nacho del Pozo, farmacéutico, dentro del Especial de Dermocosmética en palabra de chicos II
Haciendo referencia al apartado que nos ocupa -Dermofarmacia en palabra de chicos-, me gustaría hacer hincapié en un punto. Es cierto que, aunque cada vez menos, aún quedan discriminaciones en el mundo de la cosmética; un mundo originalmente enfocado a las necesidades de la mujer, al cual, como debe ser, cada día se agrega mayor número de personas, eliminando sexismos sobre el uso de la cosmética y el cuidado personal. Me alegra ver como cada vez más, la sociedad acepta que los hombres también pueden cuidarse y se atrevan a recomendar productos de dermofarmacia, sea cual sea su género o condición. Así debe ser.
Así mismo, es bien sabido que el mundo de la cosmética está creciendo de forma exponencial. Es un campo en continua renovación debido no solo a la elevada competencia del mercado, sino a la cantidad de diferentes formulaciones e ingredientes que nos presentan, productos más innovadores que requieren de un personal más innovador. Es por esto que la formación en este campo debe ser continua. Una formación cada vez más especializada y centrada no sólo en conocer el producto que vendemos, sino en las diferentes rutinas, tipos de clientes, tendencias, etc. De igual manera, es vital ejercer una escucha activa de las necesidades del cliente, para poder afinar al máximo en lo que este desea cuando entra en nuestra oficina de farmacia.
En mi caso personal, nunca contemplé ni el sector farmacia ni el mundo de la dermo como mi objetivo académico principal, pero al profundizar en su conocimiento, he quedado prendado del mismo. La formación que realizo es continuada, diaria y especializada. Intento no solo aprender de los cursos que los laboratorios nos ofrecen, sino de otras publicaciones independientes, de compañeros que aman y trabajan la dermo diariamente en RRSS y también de profesionales farmacéuticos que, con su trabajo, han conseguido que su consejo sea realmente valorado por todos en este mundo que compartimos.
En lo que a mí respecta y, como usuario de estos productos, defiendo que para conseguir resultados excelentes hay que realizar rutinas completas. Y con el uso, resulta muy fácil aplicarlo a tu día a día. Antes de resumir dicha rutina, quiero incidir en dos puntos importantes: limpieza y protección/prevención del daño externo, como elementos fundamentales, indiscutibles de la rutina personal. Mi rutina consta de los siguientes pasos: limpieza, tónico, pre-serum, contorno, serum y crema/protector solar. Por el día, intento enfocar la rutina a preparar y proteger la piel. Aplico diferentes productos antioxidantes y con un alto poder de hidratación. Como paso final una crema con protección total (incluye protección contra la radiación solar, luz azul y polución del ambiente). Por la noche, una doble limpieza para poder eliminar bien todos los restos de protector y detoxificar bien la piel tras las agresiones sufridas durante el día. Tras esto, tratamientos renovadores de la piel cuya composición incluye ácidos, componentes antiinflamatorios y partículas detoxificantes de la piel. En resumen, por el día proteger y por la noche renovar. Semanalmente aplico exfoliantes químicos y alguna mascarilla hidratante e iluminadora rica en antioxidantes.
Como he comentado anteriormente, además de tratamientos, vendemos una experiencia. No tapamos imperfecciones ni vendemos exclusivamente sensorialidades. Nos encargamos de escuchar, aconsejar y por supuesto, resolver cualquier necesidad. Gestos que hacen que el cliente nos elija a nosotros antes que a otros canales de compra que realizan ventas indiscriminadas. La dermo debe quedar en manos de especialistas en dicha categoría; personal cualificado y formado que sepa recomendar productos aptos según tus gustos y las necesidades de tu piel.