¿Cuántas veces hemos escuchado estos últimos años que la dermofarmacia está de moda? Muchas. Pero lo que está de moda es cuidarse, tener una vida saludable y que sea respetuosa con el medio ambiente.
Lo que empezó hace ya unos cuantos años con la moda de los gimnasios y el running, y que tuvo su punto álgido con la desescalada del confinamiento; ha continuado con el cuidado de la piel y las operaciones estéticas, provocado en parte por el uso de las redes sociales y por las videollamadas, que están en continuo crecimiento y su uso es cada vez mayor.
Esta mezcla de factores ha provocado que la gente se interese más por la “dermo” y acuda a la oficina de farmacia a por sus rutinas de cuidados de la piel. La farmacia debe aprovechar esa “moda de vida saludable”.
Farmacia es sinónimo de prevención. Por tanto, la dermofarmacia seria la prevención de patologías y arrugas de la piel.
La mejor edad para establecer hábitos en el cuidado de la piel debe ser cuando los niños son pequeños con la aplicación de fotoprotector solar todos los días. La educación es la base de todo. Si conseguimos este gesto tan simple por las mañanas, quizás sea más fácil explicarles en la adolescencia que hacen falta otros cuidados en las diferentes etapas de nuestra vida. Todavía queda mucho camino por delante en cuanto a la educación y la prevención.
En la adolescencia, la piel sufre bastante y aparecen las primeras patologías: acné, rosácea, dermatitis, eczemas etc. Si el paciente no está comprometido con el cuidado dermatológico, quizás en esta etapa se conciencie de la necesidad de poner remedio a sus problemas, acudiendo al dermatólogo o a la oficina de farmacia para establecer pautas y tratamientos.
A partir de esa edad recae sobre cada uno la responsabilidad de cuidar su piel. Los hábitos adquiridos en las etapas anteriores suelen ser claves para que una persona siga cuidándose, aunque la mayoría de la población empieza a hacerlo cuando aparecen los primeros signos de la edad. Por eso, seria importante concienciar a los jóvenes de los cuidados que le deben aportar a su piel cuando acuden a la oficina de farmacia a por sus primeras prescripciones.
La dermofarmacia lleva consigo establecer rutinas personalizadas y su seguimiento.
La oficina de farmacia es el establecimiento sanitario más accesible y que más confianza genera para explicar a la población los beneficios del cuidado de la piel y desmentir informaciones.
En la era digital existe un exceso de información que provoca confusión y dudas en todos los grupos de población, y la función del farmaceutico es, como bien dice el código deontologico, “proporcionar una información veraz y adecuada a cada paciente” “contribuyendo al bienestar y a la salud del paciente”, y es ahí donde la dermofarmacia juega un papel fundamental en la actualidad.
Mi rutina va cambiando según las necesidades de mi piel, además voy probando productos de los diferentes laboratorios para mejorar mis recomendaciones. Actualmente los cosméticos de dermofarmacia que estoy utilizando son:
RUTINA DE DIA:
1º Limpiador SEBIACLEAR de SVR
2º Tónico equilibrante de 5PUNTO5
3º Contorno de ojos K-OX de ISDINCEUTICS
3º Serum Hydra B de SKINTEGRA aunque lo suelo alternar con las ampollas ENDOCARE C OIL FREE de CantabriaLabs dependiendo de las necesidades de mi piel.
4º Protector solar Heliocare gel oil free de CantabriaLabs
RUTINA DE NOCHE:
1º Aceite limpiador ‘very rose´ de NUXE
2º Limpiador SEBIACLEAR de SVR
3º Tónico equilibrante de 5PUNTO5
4º Contorno de ojos K-OX de ISDINCEUTICS
5º Serum retinol de ESTHEDERM
6º Aqua intense gel crema de RILASTIL
CUIDADO SEMANAL:
Citriate Home peeling de Neostrata junto con la mascarilla Endocare C-peel de Cantabria Labs.