Con un activo de excepción: el Alga de las Nieves, que resiste las condiciones más extremas del planeta y aprovecha el frío para detener su reloj biológico. Además, este alga saca partido tanto del sol desecante como el frío glacial. En primavera se expone a la luz solar, agua y minerales para crecer y reproducirse, mientras que en invierno adquiere una tonalidad roja y se satura de áctivos, substancias de defensa antes los UV: carotenoides antioxidantes y moléculas de supervivencia y longevidad, glicoproteínas, azúcares anticongelantes, polifenoles.
Y cuando este activo fue sometido al más drástico de los modelos in vitro, el modelo Hayflick, no dejó de sorprender. Aumentó en un 365% la expresión del gen Klotho o gen de la longevidad.
De esta manera, el Alga de las Nieves revitaliza las células envejecidas para proporcionarles una verdadera juventud durante más tiempo, e inhibe estas células de la piel en proceso de envejecimiento para que puedan sintetizar los elementos primordiales de su juventud, como el ácido hialurónico o el colágeno.
La galénica perfecta: Cristal Fusion™
Para mantener toda la potencia del Alga de las Nieves hasta el contacto con la piel, los maestros formuladores de Galénic han desarrollado una matriz a medida, una estructura ideal en forma de estrella de nieve, Cristal Fusion™. Una estructura de copos formados por microgotitas de aceites más finos que los poros de la piel y rodeados de un emulsionante específico.
Cuando se aplica la fórmula, los “copos” se funden en cascada según los distintos puntos de fusión de los aceites al contacto con el calor de la piel. En unos segundos, se funde como un copo y la crema densa y voluptuosa se convierte así en fina y penetrante como un serum.