Los pacientes cuyos riñones no funcionan adecuadamente no son capaces de controlar sus concentraciones de fósforo en sangre, dando lugar a la hiperfosfatemia. El incremento de los niveles de fósforo sérico puede generar depósitos duros en el cuerpo conocidos como calcificaciones. Éstas favorecen un endurecimiento de los vasos sanguíneos y por tanto que sea más difícil el bombeo de la sangre en el organismo. Otra sintomatología común de la enfermedad es el picor de la piel, los ojos rojos, el dolor de huesos y las fracturas.
Sevelámero es un polímero cruzado quelante del fósforo no absorbible, libre de metal y de calcio, que actúa uniéndose al fósforo de los alimentos en el tubo digestivo, reduciendo así la absorción de fósforo y sus niveles en sangre. Sevelámero STADA se comercializa en una presentación de 800 mg y 180 comprimidos.