Aunque su estructura química es similar a la celulosa, su mecanismo de acción es diferente ya que es capaz de absorber de 600 a 800 veces su peso en grasa procedente de la dieta. El mecanismo de acción es sencillo y se basa en la diferencia de cargas del chitosan (carga positiva) y los lípidos (carga negativa), lo que produce un efecto de atracción mutua. Así el chitosan atrapa la grasa, impidiendo su digestión.