La síntesis de melatonina de nuestro organismo no es uniforme a lo largo de la vida: comienza sobre los 3 o 4 meses de edad, alcanza su máximo a los 8 o 10 años, disminuye profundamente en la pubertad y una vez alcanzada la época adulta desciende paulatinamente hasta la vejez. Por esta razón, la calidad del sueño puede verse alterada con la edad, así como debido a otros factores externos como los turnos nocturnos de trabajo, o los trastornos provocados por el jet lag.
Se ha demostrado que un aporte externo de melatonina mejora la calidad de sueño y favorece el descanso. Además, la melatonina es una sustancia natural que influye en el sistema inmunológico, el envejecimiento, y el corazón, entre otros, por lo que tiene diversos efectos beneficiosos. FV
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