Cuando la investigadora Sanja Zivanovic empezó a notar las primeras señales de piel desmejorada, caída del cabello y fragilidad en sus uñas, decidió explorar distintos micronutrientes que pudieran ayudarle. Después de probar muchos productos nutricosméticos en el mercado, advirtió que generalmente están formulados con bajas dosis de ingredientes y, por lo general, en forma de píldoras que son incómodas de ingerir y no facilitan la constancia en las tomas. A partir de sus conocimientos como doctorada en la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona, ha desarrollado un nutricosmético bebible, de agradable sabor a naranja, sencillo de tomar y que satisface las necesidades y estilo de vida de la mujer actual.