Para Luis González pocas realidades son más apremiantes para la sociedad española. De hecho, incidió en los dos millones de personas mayores de 65 años que vivían solas en sus hogares en 2018. “Hace solo 20 años, el número de mayores solos era de 784.000 personas, unas cifras comparadas que nos avisan de la velocidad y magnitud de esta brecha demográfica”, alertó.
Los profesionales que trabajan en las oficinas de farmacia “conocen muy bien la realidad de la soledad, un factor de riesgo también para la salud”, ha señalado el presidente del Colegio, quien subrayó la cercanía, confianza, accesibilidad y el trato personalizado y profesional que prestan los farmacéuticos a colectivos vulnerables de la sociedad. “Los farmacéuticos somos los únicos profesionales de la sanidad que estamos las 24 horas disponibles para una población, como hemos visto, cada vez más envejecida y polimedicada que vive, además, el drama de la soledad”.
Durante su intervención en el coloquio, Luis González instó a los poderes públicos a reconocer como se merece el papel sociosanitario que cumple la red de farmacias españolas, “una de las fortalezas que tiene no solo el Sistema Nacional de Salud, sino también la única referencia sanitaria en muchos municipios”.
El Colegio madrileño ha mostrado recientemente su compromiso e implicación para abordar esta realidad social con la firma de un Convenio de colaboración con la Guardia Civil para trabajar conjuntamente en la seguridad y la salud de las personas mayores, que se enfrentan a situaciones de abuso, maltrato físico o psíquico derivadas de su soledad y desvalimiento, en muchos casos.
Asimismo, el presidente defendió una nueva regulación farmacéutica que permita “ganar espacio y protagonismo en todos los ámbitos de la atención sanitaria y sociosanitaria, incluida la atención domiciliaria, donde tenemos mucho que aportar a la salud y el bienestar de nuestros mayores, sobre todo en el medio rural, y de tantos otros colectivos que merecen un cuidado y protección especial”. “Estamos hablando de pacientes polimedicados y atención farmacéutica y da igual si prestamos esta atención en la oficina de farmacia, el hospital o a domicilio, porque estamos hablando de soluciones farmacéuticas para necesidades no cubiertas y problemas de salud que comparten muchas personas mayores que viven solas”.
Para el presidente “reforzar el papel del farmacéutico resulta esencial si queremos como sociedad responder a esta realidad demográfica que nos exige utilizar todos los recursos al alcance”.