Además, las innovaciones terapéuticas se proyectan sobre los sistemas de salud e influyen en su estructura, su dinámica y sostenibilidad.
Se sitúan también en la frontera del conocimiento y contribuyen de manera fundamental a perfilar y remodelar el futuro tecnológico de la sociedad. En la actualidad, parece que asistimos a una oleada innovadora que se concreta en la aprobación por las agencias reguladoras nacionales e internacionales de un número anual de medicamentos muy superior a la media de las décadas anteriores. Estos resultados derivan de un conjunto de factores que se fraguaron en el último cuarto del pasado siglo. Entre otros, nuevos métodos en la investigación que, frente al ensayo y error anterior, se orientan, a partir de la comprensión de los fenómenos bioquímicos y fisiológicos subyacentes a las enfermedades, hacia dianas terapéuticas específicas. Esta comprensión creciente permitió la irrupción de la biotecnología, basada en la ingeniería de las células, especialmente en la manipulación enzimática del material genético.
En la actualidad, una parte importante de los frutos de la innovación farmacéutica son los nuevos medicamentos biológicos o biotecnológicos. El desarrollo de la genética y la biotecnología también están abriendo las puertas a la “medicina personalizada” y a la medicina “de precisión” que aspiran a ajustar los medicamentos a las características personales –perfil genético- de cada paciente. Estos progresos también han sido facilitados por el desarrollo científico y tecnológico en muchos otros campos, como informática y otras tecnologías de la información y la comunicación. Por todo ello, es manifiesto el interés de dedicar el XIX Encuentro de la Industria farmacéutica española a analizar los avances científicos que están llegando, los que se esperan, y cómo incorporarlos al Sistema Nacional de Salud.