Nuestro estado de bienestar está continuamente “puesto en situación de riesgo” por una serie de factores internos y externos, que tienden a alejar al organismo de un estado de equilibrio (homeostasis). Cada vez se es más consciente de que la salud, la seguridad y la supervivencia humanas están necesariamente relacionadas con las condiciones del entorno en el que vivimos. Paradójicamente, la tecnología, que ha demostrado su capacidad para defendernos de muchos peligros naturales y ha sido y es fundamental para la mejora de nuestra calidad de vida, se está transformando en una grave amenaza para el medio ambiente y a salud humana. Además, nuestra salud depende de la calidad de estas interacciones y de la salud del entorno en sí.
Actualmente, la contaminación es un problema que nos afecta a todos y, especialmente, a los organismos especialmente vulnerables (en fase de desarrollo como los niños e incluso más al embrión y al feto) y supone además una amenaza real para las generaciones venideras. Son muchas las sustancias contaminantes de las que no se conocen los límites reales de toxicidad y tolerabilidad. Incluso una exposición a cantidades muy reducidas puede alterar progresivamente el funcionamiento de las células, los tejidos y los órganos, interfiriendo esencialmente con la expresión del ADN. Hoy en día asistimos a la rápida y progresiva transformación de la composición molecular de la ecoesfera y, sobre todo, a la rápida producción y difusión de contaminantes atmosféricos (partículas ultrafinas, metales pesados, radiaciones, etc.).
La OMS ha reconocido que alrededor de una de cada cuatro enfermedades se debe a factores ambientales. Los niños son mucho más sensibles que los adultos a los efectos de los contaminantes: podemos afirmar que los riesgos relacionados con la contaminación son mayores cuanto más precoz es la exposición del individuo. Los niños menores de 5 años soportan más del 40% del peso de estas patologías, aunque solo constituyen el 12% de la población (*).
Día Mundial del Medio Ambiente, imprescindible un año más
Las Naciones Unidas, conscientes de que la protección y la mejora del entorno es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los individuos e incluso al desarrollo económico del mundo entero, en 1974 decidieron celebrar el "Día Mundial del Medio Ambiente" cada 5 de junio, jornada que se ha transformado en una plataforma para dar un toque de atención a las conciencias a nivel mundial y seguir brindando información, sabiendo que queda mucho trabajo por delante. Cada año se designa un país anfitrión de este día, lugar donde se llevan a cabo las celebraciones oficiales de la ONU. Este año la elección ha recaído en China.
Cada Día Mundial del Medio Ambiente se centra en un tema con que concienciar al público sobre un asunto ambiental particularmente apremiante. El tema para 2019 es la "Contaminación del aire”, un problema muy relevante que afecta a millones de personas en todo el mundo. La ONU ha fijado como objetivo de este año explorar cambios en nuestro día a día para reducir la contaminación del aire que generamos nosotros mismos para eliminar de forma progresiva nuestra contribución individual al calentamiento global y, de este modo, detener sus perniciosos efectos en nuestra salud, y la del planeta.
Es conocido que existen múltiples agentes contaminantes que contribuyen a la contaminación atmosférica. Algunas actividades humanas son la principal causa de contaminación: medios de transporte, actividades industriales y agrícolas, plantas de producción de energía y de eliminación de residuos emiten diariamente a la atmósfera miles de toneladas de sustancias contaminantes.
Los principales contaminantes en los que los investigadores centran su atención suponen una grave amenaza para nuestra salud como son el ozono troposférico, los metales pesados, los hidrocarburos poliaromáticos, las partículas en suspensión ultrafinas. La contaminación atmosférica puede repercutir en la salud de distintas maneras y es cierto que el estado del individuo, la edad y la duración de la exposición son los principales factores que influyen en cómo los contaminantes afectan a nuestra salud. Se pueden producir efectos tanto en las vías respiratorias como en otros aparatos y órganos, induciendo o contribuyendo a la aparición de numerosas patologías: inflamación de las vías respiratorias altas y bajas, asma (sobre todo en edad pediátrica), reducción del desarrollo y de las funciones del aparato respiratorio, aterosclerosis y patologías cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas, tumores, etc.
Apoteca Natura se alía con la prevención de riesgos medioambientales
En los últimos años, se ha desarrollado un nuevo concepto de salud en el que el bienestar de la persona se valora de una manera más global que en el pasado. Destaca la necesidad de implementar un modelo más complejo en el que se valora tanto el organismo como el entorno en el que vive. A partir de esta visión, se origina la creciente sensibilidad y atención hacia el medio ambiente de la red Apoteca Natura y la idea de colaborar con ISDE - Asociación italiana de Médicos por el Medio Ambiente - en una campaña de prevención de riesgos medioambientales.
En este ámbito, los Servicios de Prevención de la red Apoteca Natura pueden ayudarte a tener más información, a identificar eventuales Factores de Riesgo y a corregir tus estilos de vida, gracias a los Folletos Informativos y a Tests a realizar en la Farmacia, con la ayuda de tu Farmacéutico, o directamente online.
Uno de estos Servicios, dentro del concepto “Estilos de Vida”, es el llamado “El ambiente es salud”. Para descargar la información y realizar el test, solo se debe entrar en el siguiente enlace: https://ambientesalud.apotecanatura.es/.