La diferencia entre los consejos proporcionados a los pacientes por el profesional de la farmacia y la información que aportan médicos o enfermeras radica en la proximidad y la cercanía en el trato. Silvestre Marrero, farmacéutico en Tenerife, consideró que “es mucho más cómodo para un paciente con diabetes acudir a una farmacia que a un centro de salud a la hora de resolver sus dudas”. En esta misma línea, María Teresa Gómez, titular de oficina de farmacia en A Coruña, señaló que “el farmacéutico es un profesional accesible que facilita consejos sin tener que desplazarse”.
Por otro lado, estas sesiones informativas refuerzan la relación entre el farmacéutico y los pacientes, porque “estos últimos preguntan sus dudas abiertamente, lo que facilita un mayor conocimiento de su enfermedad”, según Silvestre Marrero. Además, explicó que el profesional de la farmacia “conoce en profundidad la realidad de cada paciente, lo que le permite dar las pautas adecuadas para controlar mejor su diabetes”. Para María Teresa Gómez, “estas charlas complementan lo que se hace habitualmente en la farmacia, ya que para los pacientes es un plus poder hacer preguntas concretas a un profesional experto y la utilidad de lo aprendido por el enfermo es algo que satisface al colectivo farmacéutico”. FV
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