Son los llamados pacientes pluripatológicos y de edad avanzada que, en gran medida, suponen el gran paradigma de los pacientes frágiles. Precisamente, estos pacientes son más proclives a desarrollar infecciones y que estas evolucionen de forma adversa, por lo que es importante elegir un antimicrobiano adecuado y la dosis en la que se prescribe.
“En estos pacientes, algunos microorganismos son mucho más frecuentes, constituyéndose en un marcador pronóstico de mortalidad a medio plazo. En general, la mayor exposición a antimicrobianos de amplio espectro en los pacientes frágiles contribuye al desarrollo de infecciones y hace que estas presenten una mayor gravedad y tengan tendencia a la recidiva”, señala el doctor Víctor González Ramallo, coordinador del Grupo de Trabajo de Hospitalización a Domicilio y Telemedicina de la SEMI y de la Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Para abordar las novedades en enfermedades infecciosas e intercambiar opiniones y experiencias con diversos expertos en la materia, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha organizado varias mesas redondas en torno a ello en el marco de su congreso nacional, celebrado en Burgos durante los días 21, 22 y 23 de noviembre.
“Está demostrado que el ingreso en un hospital de agudos conlleva un deterioro funcional para el paciente frágil, especialmente si es de edad avanzada con una incidencia apreciable de episodios de síndrome confusional, depresión, malnutrición y adquisición de infecciones nosocomiales”, indica el doctor Víctor González. Por ello, deben potenciarse estrategias que permitan el tratamiento antimicrobiano intravenoso sin precisar el ingreso en un hospital de agudos, como la hospitalización a domicilio, los hospitales de día y los programas de colaboración desde el hospital con los centros socio-sanitarios.
En cualquier caso, “no todos los antimicrobianos permiten realizar de una manera fácil este tratamiento parenteral fuera del hospital por lo que debe facilitarse el uso de fármacos de dosis única diaria o que permitan su administración mediante bombas portátiles de infusión, con menor incidencia de efectos adversos o que no precisen la realización de niveles plasmáticos”, afirma el doctor Víctor González.