Según un estudio realizado por la consultora Antares, el 98,5% de la población de esta comunidad autónoma cuenta con una oficina de farmacia en su municipio, aunque la cobertura de asistencia farmacéutica es muy variable en las diferentes provincias. Este estudio, que analiza la situación económica del sector y las guardias en el medio rural, ha sido presentado al consejero de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, con la intención de plantear iniciativas de mejora y de reordenar el mapa farmacéutico de forma más “racional”, según la organización, a fin de que se acomode el servicio de urgencia en función de las necesidades reales.
Según dicho estudio, Castilla-La Mancha cuenta con 1.252 oficinas de farmacia y con una media de 1.672 habitantes por cada una de ellas, una cifra de las más bajas a nivel nacional. Otro grupo de oficinas de farmacia que podría sumarse a la petición del Colegio es el formado por las de municipios de entre 500 y mil habitantes, llegando a afectar al 23,5% del total de farmacias de la comunidad, aunque en la provincia de Cuenca este porcentaje se duplica y supera el 54%. El presidente regional de los farmacéuticos, Tomás Martínez de Anca, opina que “son pueblos que van perdiendo población y eso complica la rentabilidad de las boticas, mucho más tras las medidas del Gobierno”. Añade que “la rentabilidad de esas farmacias es imposible, nula y es probable que desaparezcan en los próximos años si no se las ayuda”. Por este motivo, el COFCAM propone, para garantizar la supervivencia de las farmacias, ofrecer “el servicio farmacéutico a municipios menores mediante botiquines atendidos por la farmacia más próxima”. FV
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