Por un lado, en torno al conocimiento del farmacéutico comunitario sobre el medicamento, con la mejora del cumplimiento terapéutico y el uso racional de los medicamentos. Por otro, en la mejora de las prestaciones del sistema, aprovechando la confianza del ciudadano en la oficina de farmacia y la proximidad de estas, que redunda en beneficio de la equidad en el acceso al medicamento por parte del ciudadano. La colaboración de las farmacias también se puede potenciar en el ámbito de la salud pública, mediante cribados, seguimientos de indicadores de riesgo, prevención de la enfermedad e información y educación en la salud. Una de las cuestiones planteadas fue la incorporación de la oficina de farmacia en la estrategia de vacunación contra la gripe, junto al resto de puntos de inmunización, en la línea del último exitoso ejemplo de Francia.
Durante la reunión se trasladaron las posibilidades de mejora de la funcionalidad de la receta electrónica para favorecer el cumplimiento del tratamiento, el seguimiento farmacoterapéutico y la reducción de problemas relacionados con los medicamentos. Los motivos para hacerlo son que un porcentaje muy elevado de las visitas a los servicios de Urgencias de los hospitales están relacionadas con un uso incorrecto de los medicamentos. Además, el acceso, pautado y limitado, a la carpeta de salud del paciente o a su e-receta, permitiría el control y mejora de la toma de medicación prescrita y detectar cuando no se la toma, reduciendo los riesgos de salud.