Entre un 5% y un 15% de las personas mayores tienen sentimientos frecuentes de soledad y entre el 20% y el 40% sienten soledad ocasional. Esta realidad social influye negativamente en la salud de las personas tanto de manera física como psicológica pudiendo llegar a producir sufrimiento y dolor en las personas más vulnerables. “Existe una relación claramente establecida entre aislamiento y distintos problemas de salud tanto de índole físico como psíquico, incidiendo en el aumento de la probabilidad de sufrir demencia, depresión o Alzheimer” señala el informe de la Universidad Internacional de Valencia ‘Soledad y personas mayores’, elaborado por el profesor del Máster Universitario en Gerontología y Atención Centrada en la Persona José Javier Yanguas.
Además, es importante señalar que físicamente también se puede producir un agravamiento de los problemas vasculares, aumento de la tensión, disminución del sistema inmunológico y empeora la nutrición y la movilidad, es decir, el sentimiento de soledad es un riesgo muy importante para la salud.