La Farmacovigilancia es una actividad de salud pública que consiste en identificar, evaluar y prevenir los riesgos asociados a los medicamentos una vez que ya están comercializados. Cuando un medicamento ya está en el mercado, ha sido estudiado previamente pero siempre hay limitaciones en la información de la seguridad y es necesario estudiarlo una vez que toda la población lo usa como algo habitual.
Esta constante labor de vigilancia no se limita por tanto sólo a productos recién comercializados, sino que ese trabajo es aplicable a todos, sin distinción: medicamentos de uso humano, veterinarios, productos sanitarios y cosméticos. “Nunca se debe dejar de vigilar los que ya llevan mucho tiempo porque a veces se descubren nuevas reacciones adversas o cambios en la frecuencia de una reacción", indica la especialista en Farmacología Clínica..