La posibilidad de reutilizar datos clínicos con fines de investigación en el marco de un modelo amplio de consentimiento informado y aprovechando todas las posibilidades que ofrecen las nuevas herramientas de big data es la clave principal para garantizar el futuro desarrollo en España de la llamada medicina de precisión. De esta forma, combinar el análisis de grandes volúmenes de datos clínicos con biomarcadores y otras variables propias de la genómica y la proteómica dará lugar a diagnósticos y tratamientos más ajustados al perfil de cada paciente, e incluso hará posible predecir cómo va a responder cada persona a una terapia determinada.