Es importante practicar regularmente ejercicio para mejorar la calidad de vida y evitar la frecuente asociación existente entre vejez y enfermedad. Otra de las claves para ralentizar el proceso de envejecimiento es combatir el estrés oxidativo, uno de los principales causantes del mismo. Para ello es fundamental seguir una alimentación saludable. Los 3 puntos clave que definen la llamada dieta antiaging son la abundancia de frutas y verduras como fuente de antioxidantes, elegir alimentos que sean fuente de grasas saludables, es decir, insaturadas, y la restricción calórica mediante el aporte de las proporciones saludables necesarias en cada caso.