Entre los factores de riesgo que pueden provocar un ictus se encuentran la hipertensión, el colesterol elevado, el consumo excesivo de tabaco, alcohol y drogas, diabetes, arritmias cardiacas, obesidad, inactividad física y vida sedentaria y estrés. Como factores que ayudan a prevenirlo se aconseja disminuir el consumo de sal y grasas con dieta sana y variada, hacer ejercicio moderado, controlar el peso, tensión y colesterol así como realizar controles médicos periódicos, además de cumplir adecuadamente el tratamiento que indique el médico.
Síntomas de alarma
- Se “cae” un lado de la cara
- Pérdida de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo
- Problemas de expresión o de entendimiento
- Alteración de la visión
- Dolor de cabeza inusual