María Orts, directora de la Oficina de Empleo considera que “el hecho de que personas con discapacidad intelectual formen parte de las empresas aumenta la competitividad empresarial”.
Cada vez más empresas incorporan a su política de RSE la contratación de personas con discapacidad intelectual, contribuyendo a general el cambio necesario para una sociedad más justa, rica y equitativa. Empresas socialmente comprometidas que saben que, con la incorporación de personas con discapacidad intelectual, consiguen una mayor motivación y rendimiento de todos los trabajadores, mejoran el clima laboral y logran una plantilla más rica y diversa.