Una de las claves del éxito de esta política de salud pública es tener un único mensaje profesional relacionado con la vacunación y contar con una planificación previa para garantizar el suministro correcto de las vacunas, ha subrayado durante su intervención en la mesa redonda titulada ‘El peregrinaje de las vacunas. La problemática del desabastecimiento’.
Las oficinas de farmacia se han visto obligadas a gestionar las consecuencias de la falta crónica de suministro de la vacuna, que se ha traducido en una preocupación creciente de los pacientes, cuando no alarma en muchos casos. Luis González ha reconocido el trabajo de los farmacéuticos al informar y transmitir, sobre todo, tranquilidad a una población que ha buscado, en algunos casos, vías totalmente desaconsejadas para adquirir las vacunas. La comercialización excepcional de la vacuna contra el meningococo B con el etiquetado en portugués y el prospecto en castellano ha derivado en casos de mala conservación de la vacuna como consecuencia de la traducción equivocada del etiquetado en portugués. Aunque la situación se ha normalizado en parte, Luis González considera que las soluciones que se propongan, de cara al futuro, deben contar con la farmacia, porque no puede haber circuitos ni canales alternativos donde se priorice el abastecimiento de medicamentos a unos ciudadanos en detrimento de otros.