En España, no existe un acuerdo unánime sobre las concentraciones de lípidos circulantes que se pueden considerar como “de referencia” o “recomendables”, y, que por lo tanto, definen a las dislipemias cuando están alteradas. Asimismo, las recomendaciones recogidas en la literatura internacional se basan en estudios de población que no son aplicables universalmente. Por este motivo, los valores de referencia o recomendables que acompañan a los informes analíticos del laboratorio pueden variar entre los diferentes laboratorios clínicos. Esta variabilidad puede generar confusión entre los médicos clínicos que reciben los resultados de los laboratorios y puede suponer una barrera para el correcto tratamiento de las alteraciones lipídicas (o dislipemias) y la disminución de la enfermedad cardiovascular isquémica.
Ante esta situación, un grupo de profesionales ha elaborado el documento de consenso ‘Homogeneización de los valores del perfil lipídico’, bajo el auspicio de las cinco sociedades científicas de las que forman parte: Sociedad Española de Arteriosclerosis, Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, Sociedad Española de Cardiología, Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria y Sociedad Española de Medicina de Laboratorio. El objetivo de realizar este consenso es recomendar a todos los laboratorios la adopción de unos valores homogéneos, considerados como recomendables, para las variables que integran el perfil lipídico, señala el doctor Jordi Ordóñez Llanos, uno de los autores de la obra y miembro de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML).
Según explica este experto, este consenso incluye la información epidemiológica de nuestro país, el detalle de las fuentes de variación preanalíticas, analíticas y postanalíticas que pueden influir en las concentraciones de los lípidos o en su evaluación, identifica las barreras que existen para alcanzar el control de las dislipemias y recomienda las estrategias para evitarlas. “Además –añade-, establece una recomendación sobre los constituyentes lipídicos que debe incluir el perfil lipídico y, muy importante, sobre qué valores de los mismos deben informarse como alterados en el informe analítico proporcionado por los laboratorios clínicos, valores que se establecen tanto para las analíticas obtenidas con y sin ayuno”.